Descripción enviada por el equipo del proyecto. Como todo el mundo sabe, todos los arco iris terminan en Irlanda. Y, como también se sabe, al final del arco iris hay una olla de oro custodiada por un duende atento. Cambie el duende por la recepción de la estación y la olla de oro por el SPA y tendrá una idea de la magia que implica la experiencia de pasar unos días en Finn Lough.
Con un poco de suerte, el día dará la bienvenida al viajero con el sol tímidamente atravesando la niebla, revelando árboles que por unos instantes podrían confundirse con gigantes en ciernes, parados. A medida que la niebla se despeja, el lago emerge, surgen colinas que delinean el paisaje y los volúmenes que conforman el SPA. Son el resultado de la experimentación creativa aplicada a este cubo con su tejado a cuatro aguas que inspiró la composición de sus diferentes elementos.
El exterior de los volúmenes está recubierto por una lámina corrugada cuyo tratamiento oxidativo está destinado a acelerar su envejecimiento. De su actual tonalidad dorada, se convertirá en un color pardusco que se integrará fácilmente entre los árboles circundantes. Los lados del cubo que fueron rediseñados en su interior están cubiertos de madera quemada, contribuyendo a disfrazar los volúmenes dentro de la naturaleza que los recibe.
Siguiendo la trayectoria, a lo largo de la cual se pueden disfrutar de todas las instalaciones del SPA, reencontramos a lo largo del recorrido los distintos volúmenes retirados del cubo original. La organización, color e iluminación de cada espacio es diferente y específica, reflejando la personalidad terapéutica de cada uno de ellos. Y aparecen como versos de un poema cuyo significado -como todos los buenos poemas- es distintivo cada vez que se lee.