- Área: 10250 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Adrià Goula
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Proveedores: Breinco, Ceramiche Keope, Circa, Reiter, STACBOND, iGuzzini
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto alberga el Nuevo Tanatorio de Sancho de Ávila en Barcelona. Ubicado en la misma manzana que el actual edificio con el mismo nombre. El Tanatorio de Sancho de Ávila abrió sus puertas en 1968 siendo en su día el primero en introducir en España el concepto de velatorio fuera del domicilio familiar, y marcando un cambio en el modo de velar a los difuntos. 50 años después el reto era diseñar un edificio que se convierta en un nuevo modelo de tanatorio adaptado a las necesidades de presente y futuro del sector, para convertirse en un referente en la ciudad.
Enmarcados en un emplazamiento con unos condicionantes particulares, donde los sótanos existentes se deben conservar, la presencia de las vías del tren que cruzan el solar en el sentido transversal y van cubiertos por una losa de protección que sobre eleva la cota de uso y la presencia de un aparcamiento público bajo rasante, en el frente de la calle Zamora, que da servicio al nuevo edificio. Se plantea una intervención con dos volúmenes que albergan los usos diferenciados del mismo complejo y se articulan en base a la trama urbana y la creación de una plaza interior que se convierte en el eje principal del proyecto.
Este espacio público generado en el interior de la parcela, absorbe los dos volúmenes, los relaciona y genera un programa que va más allá del uso interior. Se trata de un nuevo parque urbano que integra las edificaciones, gestiona los flujos y enmarca el conjunto en el entorno urbano. La nueva plaza interior del Tanatorio se encuentra levantada 1,50 metros de la cota de calle debido a las preexistencias y aprovechando esta morfología, se plantea un elemento unificador que funciona como un podio estereotómico, que eleva el nuevo edificio, generando la privacidad necesaria y asentando la nueva volumetría en un nuevo horizonte.
Cada uno de los edificios se plantea como un juego de volúmenes que mantiene una línea compositiva común pero se diferencian en cuanto a materialización: el edificio Tanatorio potencia la horizontalidad de sus elementos y se cierra a la calle, dotando de la privacidad que requiere su uso y abriéndose plenamente al espacio público del complejo en un ejercicio de reclusión y privacidad. El edificio de Servicios por su parte es mucho más permeable y se abre a la calle, al barrio, a la ciudad… en un ejercicio de transparencia y reclamo. Se envuelve este edificio con una segunda piel que aporta una mejora a nivel climático debido a la exposición solar de los vanos y un control visual entre edificios en el frente interior de la plaza.
A nivel de programa funcional, el edificio Tanatorio contiene todos los usos propios de la actividad, reservando los sótanos a los espacios privados, la planta baja de gestión y espacios de la última despedida, organizados en 1 oratorio con capacidad para 150 personas y 2 más, con capacidad para 250 personas cada uno, con la posibilidad de unirlos, generando así un único espacio de despedida para más de 500 personas. En las planta superiores se distribuyen entorno a unos amplios y luminosos espacios de familias las salas de vela: 14 salas Standard en planta primera y 4 salas superiores y 2 salas vip en planta segunda. Las dos plantas piso a través del juego de volúmenes, generan espacios exteriores que se convierten en una prolongación de la plaza exterior y admiten a los usuarios la relación directa con la misma. En el edificio de Servicios por su parte se distribuyen las oficinas de contratación y los servicios de restauración.
La materialización de los acabados interiores se basa en la simplicidad de los materiales nobles: hormigón visto, madera, cerámica y vidrio. Cada uno de estos materiales se ajusta en el plano utilizado y la forma justa en base al orden jerárquico de los espacios.