- Área: 3690 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Aitor Ortiz
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Proveedores: MARAZZI, Aparici, Cortizo, Equipo TRES14, La Navarra, Monotek-term, Morteros Tudela Veguín, Novoferm, Prefasec Revoque, Solei Building, Woresmar
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La nueva bodega, además de atender las necesidades de producción de vinos blancos de alta calidad incorporando los últimos avances y tecnologías en el campo de la enología, debía dar respuesta a un programa de enoturismo y generar una imagen atractiva acorde con el carácter de los vinos que en ella se elaboran.
Uno de los aspectos clave del proyecto es la integración de la bodega con el paisaje y el viñedo propio mediante las siguientes estrategias:
• Elección del emplazamiento en punto alto de la parcela, rodeada del viñedo y junto a un grupo de árboles que singularizan en paisaje.
• Disposición semi enterrada aprovechando la topografía y reduciendo el impacto visual.
• Implantación en planta, adaptándose al terreno y separando la zona de elaboración y visitas de la de embotellado y almacén, cuyo uso tiene un carácter más industrial.
• Integración en el paisaje mediante taludes ajardinados de la zona de carga y descarga, de modo que esta no se perciba desde el entorno.
• Elección de una reducida gama de materiales en fachada cuyo color y variación en el tiempo se conjuga con los colores y evolución del viñedo a lo largo del año.
• Relación visual desde el interior de la bodega con el paisaje a través de grandes ventanales y terrazas en el nivel superior.
Por otro lado, era necesario incorporar un pequeño programa social enfocado a visitas, potenciando el enoturismo en la zona. El acceso de las visitas se realiza por un camino independiente al de las cargas y descargas de los almacenes, atravesando el viñedo y con la bodega como telón de fondo, recortada contra el cielo y con el pueblo de Rueda al fondo. La entrada se sitúa el punto alto de la parcela de modo que, aprovechando la disposición semienterrada de la bodega, el programa social y administrativo se sitúa en un nivel diferenciado de la zona de elaboración, segregando los usos por niveles. Desde este nivel es posible observar el proceso de elaboración y tener una relación visual con el paisaje exterior o directa a través de terrazas o porches que asoman al viñedo.
La zona de elaboración se concibe como un espacio unitario que gira en torno a un núcleo central presidido por una escalera escultórica y en torno al que se sitúa el laboratorio, la sala de barricas y la sala de catas, quedando a un lado depósitos de hormigón y de acero inoxidable al otro.
La estructura de la bodega se resuelve mediante 6 pórticos de muros y grandes vigas de hormigón que salvan 10 m de luz sobre las que se sitúan unas placas prefabricadas TT de hasta 14 m de longitud. Estas últimas, son las que dotarán al espacio interior y volumen exterior de una imagen unitaria configurando la identidad de la bodega.
Se utiliza una limitada gama de materiales para la construcción, empleando para los acabados los mismos que encontramos en los elementos de elaboración y embotellado del vino; hormigón, acero, madera y vidrio. Sobre el soporte de una arquitectura austera, será el tratamiento y disposición de los elementos de elaboración, la relación entre los espacios interiores y de éstos con el paisaje y el viñedo y la experiencia del recorrido a través de la bodega la que generen la imagen que percibirá el visitante, sin necesidad de alardes en lo constructivo ni en los materiales empleados.
En el diseño se ha tenido en cuenta aspectos sostenibles como las generación de calor con caldera de biomasa, la re-utilización del agua de lluvia para cisternas y riego de jardines, la re-utilización del agua de proceso para, tras su depuración, riego de viñedo, el aprovechamiento de la estabilidad higrotérmica del terreno, recepción de uva por gravedad, aislamientos térmicos reforzados, protección solar pasiva, iluminación natural de los espacios interiores combinada con iluminación led regulada por sensores fotoeléctricos, etc..