- Área: 280 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Sandra Pereznieto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno se localiza en el límite del manglar de Puerto Morelos, a unos cincuenta kilómetros al sur de Cancún, en la Riviera Maya; más allá del manglar quedan las singulares aguas del Caribe. La propiedad está rodeada de una vegetación exuberante, típica de su condición acuosa. Sin embargo, con la altura que el proyecto otorga a la futura vivienda, se verá el mar, con lo que las vistas serán cambiantes en cada una de las plantas: de verde intenso, a apertura hacia el celeste claro.
Esta será la última de una alineación de casas entre medianeras, con un pequeño jardín en su parte posterior. El acceso se da desde esta calle rodada, y aunque poco transitada por el momento, de carácter público. El proyecto de la casa quiere reforzar el carácter neutro y poco abierto hacia la calle, y concentrar toda la magia en el interior. El espacio doméstico de la casa se construye alrededor de una escalera que cualifica el espacio central de la vivienda y articula el carácter necesariamente vertical de la construcción.
La escultural escalera sirve de telón de fondo a la sala, un espacio diáfano cuya altura y proporciones lo convierte claramente en el espacio principal y nodal de la casa. Éste, se abre hacia el jardín, y a hacia la frondosa vegetación. La casa se cierra por completo hacia la orientación sur, que es donde está la calle, y donde el sol se hace casi insoportable en estas latitudes. La escalera se apoya sobre esta fachada, y funciona como la espina dorsal posterior que organiza la casa, distribuyendo hacia todas las estancias que se abren hacia el norte y las vistas del manglar y el mar.
Las habitaciones, ubicadas en la parte alta de la casa, son diáfanas y sencillas, con su propio baño y con la sola premisa de orientar la cama a las vistas y dotarlas siempre de una gran terraza para poder beneficiarse de la vida en el exterior. De esta manera, la fachada sur de la casa es dura, cerrada y opaca, siendo la fachada norte más permeable y dúctil. La construcción y acabados de la casa buscan ser lo más austeras posibles, utilizando muros de carga. Y todo, pintado de un color continuo. Al final, es el espacio, con su apertura al manglar, al mar, la vegetación y la luz blanca de norte, el mayor protagonista de la casa.