Prieto Schaffer Arquitectos + OAB finalistas del concurso Puerta Las Condes con 'Edificio Plaza Manquehue'

Escrito por Javiera Barbosa

La propuesta de las oficinas Prieto Schaffer Arquitectos + OAB resultó finalista con su proyecto "Edificio Plaza Manquehue" en el concurso "Puerta Las Condes", organizado por la inmobiliaria INDESA. Las bases del concurso requerían desarrollar un programa de usos mixtos con gran cantidad de espacio público y de alta densidad urbana en la intersección de avenida Apoquindo con Manquehue (Santiago, Chile).

El proyecto "Edificio Plaza Manquehue" consiste en un conjunto edificado que asume la diversidad urbana y es capaz de generar un gran espacio público, con el objetivo de activar el interior de la manzana. La definición de este edificio es por esencia aquel que es capaz de hacer convivir programas con usos diversos en condiciones de equilibrio y temporalidad. Permitiendo la interacción de los usos comerciales y privados tanto en el plano vertical de los edificios como en el horizontal de la ciudad. De esta forma, se da vida al espacio público no solo a nivel de la calle sino en altura y a nivel de subsuelo.

Las estrategias proyectiles desarrolladas consisten en; separar los programas de oficinas y hotelero-residencial en 2 edificaciones autónomas, generando en el nivel 5 un espacio de unión entre ambos edificios, a través de un puente. En éste se alojan los usos compartidos de ambos programas, se encuentra un restorán y una cafetería que hacen del conjunto edificado un solo edificio.

Entre los edificios se genera un gran espacio público con carácter de plaza, abriendo el interior de la manzana. Los edificios del proyecto son respuesta a dichos espacios y a la relación que se establece entre ellos. La volumetría de éstos es la resultante de la búsqueda, por orientar las vistas hacia los hitos más importantes del valle: la cordillera de los Andes y el cerro Manquehue.

La plaza estará compuesta por dos elementos que son el zócalo o plano noble de la ciudad y el subsuelo. El primero, a nivel de calle y hasta el 4to piso, donde se propone un programa comercial para corporaciones o tiendas icónicas. Para el Subsuelo en el subterráneo -1 y -2 se incorpora el equipamiento y locales comerciales para servicios complementarios al hotel y las oficinas. En el nivel subterráneo -2 se propone establecer la nueva conexión al Metro y posiblemente al espacio urbano del centro comercial Apumanque, dinamizando de esta forma también el flujo de personas entre ambas áreas de la ciudad. La plaza es también por esencia el lugar de las esculturas urbanas y donde es posible que las actividades artísticas de música entre otras puedan dar vida al espacio público.

La escala definida para el espacio público consiste en una altura de 4 pisos, que sumados a los 2 niveles bajo rasantes alojan el programa comercial. Esta zona es reconocida como un zócalo urbano, que tiene por objeto generar un vínculo apropiado con el entorno construido. Aprovechando la pendiente del terreno es que los niveles de subsuelo se conectan con el exterior a través de grandes patios que conforman el espacio público.

En la zona del zócalo se constituyen nuevos umbrales para el espacio urbano y el conjunto de los edificios. A partir de ellos se construyen las relaciones entre exterior e interior del conjunto edificado. Es en este zócalo donde también se produce la intermodalidad con el Metro y el programa de usos mixtos dentro del edificio.

El conjunto edificado resultante, debido a la gran carga programática, conforma unos edificios de gran volumen. A partir de este hecho se ha trabajado la envolvente de los edificios a través de pliegues, descalces y vaciados a diferentes cotas de la fachada. Esto permite que la percepción del volumen sea en escorzo (eliminando la frontalidad), ofreciendo la percepción de las distintas escalas del conjunto. A esto contribuyen las transparencias, reflejos y opacidad de los cristales en su posición dentro de la fachada, generando valores en el lenguaje formal de los edificios asociada a la estructura de Hormigón y acero.

El soporte del espacio público es el pavimento. Mientras menos dificultades ofrezca a la circulación de personas, será más adaptable en el tiempo y garantizará un flujo importante de usuarios. A nivel calle se propone un pavimento noble de granito, resistente y de gran calidad visual. Se plantea como una extensión del nivel de aceras permitiendo atravesar el edificio en diversas direcciones y facilitando la bajada al tren subterráneo por un espacio central que denominamos Plaza. Los bordes de esta plaza lo constituyen los propios locales del edificio y estará animada por el flujo de transeúntes, reforzando la identidad de un edificio-ciudad.

El sistema peatonal se amplia para dar cabida a la circulación y así integrarse al comercio. El sistema de flujos de buses no se interrumpe en su funcionalidad. De esta forma contribuimos al correcto funcionamiento de la intermodalidad entre metro y viandantes. Se integra de forma externa al proyecto el sistema de ciclovías, para producir una real complementariedad con los otros sistemas ya integrados. Mediante una variación cromática se resaltan algunas zonas con pavimento más oscuro, indicando lugares con mobiliario urbano y áreas más destacadas. Representan lo que las alfombras son en una sala de estar.

Mediante el cumplimiento de la Certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) se declara el compromiso del diseño por una eficiencia y cuidado del medioambiente, al mismo tiempo que la incorporación de energías sostenibles y la responsable selección y utilización de materiales en la construcción. El proyecto se apoyará en cuatro pilares básicos dentro de este. El primero es el cuidado del sitio, segundo reducir el uso de energía, tercero utilizar materiales que reduzcan la huella de carbono, y cuatro la calidad medioambiental interior.

La división de la volumetría total de la manzana en dos edificios menores permite el auto - sombreamiento de los volúmenes. Esta operación permite disminuir las ganancias solares, lo que, sumado al aumento de las superficies expuestas al exterior para pérdida de energía ayuda a disipar mejor la energía ganada a través del sol. Para los meses de invierno, las fachadas vidriadas podrán captar el sol bajo, lo que ayuda a un calentamiento del espacio de forma pasiva.

El gesto estructural de llevar al perímetro los pilares de carga del edificio, se muestra como una operación que libera los pisos y permite generar amplios espacios de trabajo. Pero, al mismo tiempo, permite proteger del sol la fachada. La estructura de cada torre corresponde a un sistema tubo en tubo conformado por un núcleo central de hormigón armado y una fachada estructural que forma un segundo tubo. La estructura perimetral se forma a partir de columnas y vigas de hormigón armado, las columnas se modulan cada 2 mts unidas por vigas de 30 cms de canto.

Una losa postensada de 16 cms une el núcleo con la fachada perimetral. Para reducir las luces de losa a 9 mtrs se diseñan pilares de hormigón armado dentro de las oficinas formando paños de losa típico de 9x8 mtrs. Sobre los pilares y alrededor del tubo central se proyectará un capitel de hormigón de 32 cms de espesor. Las fuerzas horizontales producto de un sismo o vientos serán resistidos tanto por el tubo interior como el tubo exterior. El tubo exterior hace uso de su mayor brazo de palanca que reducen los esfuerzos sobre sus elementos en comparación con un edificio con sólo un núcleo central.

Los árboles propuestos serían caducifolios en su mayoría, entendiendo que dan sombra en verano y permiten el uso de las zonas de estar en invierno, favoreciendo el asolamiento en días despejados. De esta manera la habitabilidad de estos espacios públicos también tiene posibilidades de confort durante todo el año. Se propone que la mayor parte de la arborización sea nativa o mediterránea, adecuando así un uso racional y controlado del gasto de agua para riego.