- Área: 2 cuadrados
- Año: 2017
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Fotografías:Raphaël Thibodeau
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Proveedores: Montréal-les-Bains, Sistemalux, Swisspearl
Descripción por los arquitectos. BLACK BOX II es la última de una serie de pequeñas adiciones que impactan la arquitectura existente de una gran manera. Concebido como un joyero, grandes aberturas desdibujan el límite interior-exterior, revelando un tesoro de trabajo de ebanistería fina mediante el uso lúdico de materiales superficiales complementarios.
La incorporación de BLACK BOX II está cubierta con grandes placas de tablero de fibrocemento negro iridiscente, con un motivo perforado para la galería, finamente ensamblado con remaches a juego. Por el contrario, la madera rubia, la porcelana y la cerámica clara iluminan el interior. Cuando las ventanas grandes se abren para incorporar el jardín al hogar, los materiales interiores y exteriores interactúan para conectar los espacios. En el interior, paneles de madera de roble cubren las paredes y el techo del cobertizo, mientras que una celosía de cedro rojo occidental recubre la alcoba exterior.
Las losas de pizarra de la terraza colindan con el piso de porcelana de cemento de la cocina. Como patrimonio del pasado, el piso de madera de roble original del comedor, conservado y restaurado, marcó la pauta. La isla de la cocina, hecha de roble macizo, se alza monumentalmente en el centro y sirve de altar a los rituales diarios. En las gradas perimetrales, muebles y gabinetes más sobrios, blancos o negros.
Este proyecto es una súplica para el arte constructivo, reconociendo la complicidad entre el arquitecto, los constructores y los propietarios, todos activamente involucrados en la búsqueda de calidad, tanto técnica como estética. El arte de la arquitectura se manifiesta aquí en todas sus dimensiones.
Esta casa adosada, hecha de ladrillo de arcilla roja, es típica de Westmount y el barrio de Notre-Dame-de-Grâce de Montreal. Mediante la reconfiguración de divisiones internas obsoletas y el injerto de dos volúmenes negros en yuxtaposición, la arquitectura preexistente se mejora y se transforma para reflejar mejor el estilo de vida moderno y las aspiraciones de sus habitantes. Siempre nos esforzamos por encontrar el equilibrio correcto entre lo nuevo y lo viejo para crear un todo coherente, preservando la autenticidad de los detalles existentes mientras afirmamos la contemporaneidad de nuestras intervenciones.