Ayer 31 de octubre se dio inicio en la Universidad de Los Andes (Bogotá) el segundo Simposio Internacional de la Revista dearq, con la presencia de ArchDaily como media partner oficial del evento.
Siempre persiguiendo la meta de contribuir a la difusión de investigaciones, reflexiones, análisis y críticas, dearq invitó en su edición impreso número 20 a más de 30 ponentes a realizar diferentes charlas estas dos jornadas. En conjunto con el Departamento de Arquitectura y Diseño de la universidad, se habla sobre diversas obras y puntos de vista frente a la mujer en la arquitectura, su papel y su trabajo dentro de esta labor.
El género, como las variadas disciplinas desarrolladas por la humanidad, siempre ha sido separado a lo largo de la historia sabiendo que, entre la diversidad, todos nacieron juntos. El mundo es híbrido y cuestiones como el género terminan por cruzarse en la naturaleza, el arte, la ciencia, el campo físico y lo emocional. Sin embargo, el evento en la Universidad de Los Andes ha sido la ocasión en que en una selección de proyectos hechos por mujeres diferentes, mujeres detrás de variados trabajos, de obras estimulantes e innovadoras, hay una posibilidad de agrupación original que está hilando temas diferentes unos de los otros.
Las diferentes ponencias de ayer parecen encontrarse conectadas unas a otras a través de un mismo término: el silencio. El recorrido inicia por un recuento por el ejercicio de diferentes arquitectas colombianas desde diversas orillas hasta llegar a la memoria de mujeres que ya han dejado huella en numerosos países o el mundo entero.
En boca de Hugo Mondragón, Monserrat Palmer se muestra como un inspirador ejemplo de arquitecta quien ayudó a internacionalizar la arquitectura chilena en la edición de la Revista ARQ. Una voz que parecía estar siempre en segundo plano, reservada pero muy poderosa. Era una voz en el silencio, pero fuerte y al servicio de su publicación. Mientras Denise Scott Brown, a través de la Mirada Distanciada de Lina Toro —Profesora en la IE School of Architecture and Design, España—, es un referente para los manifiestos arquitectónicos que se fundan en hombros de otros, pero impulsa la producción arquitectónica así como el espíritu rebelde y anticonvencional para muchas mujeres dentro de esta disciplina. Al respecto, Toro comenta:
El tema del silencio es algo que de alguna he vivido porque me parece que el silencio habla. Son las acciones y los resultados finales los que realmente dicen algo a través de silencio, y permiten evidenciar el pensamiento de cada persona, el conocimiento con el que se ha formado. El silencio es poderoso
En esa misma línea, Claudia Mejía plantea que "las ponencias plantean un silencio que es más un acto político. Permanecen en silencio como un derecho, como una actitud consciente, como una virtud. Algunas veces no entendemos el silencio así".
Viviana Ortiz, miembro de la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural (FUNCORES), cree que no es necesario recordar que existen muchas arquitectas, porque las hay. Sin embargo, argumenta que la voz de la mujer, sobre todo en este campo, es una voz silenciosa que ha estado ahí por mucho tiempo, pero que hoy, debido a las circunstancias, se ha ido empoderando. La vida de ahora es una cosecha del trabajo que miles de mujeres han hecho durante años, y hoy para ellas es tiempo de recoger. No importa la disciplina, porque finalmente el mundo es un híbrido y así, como para María Paula González —Fundación Juligon-Laboratorio de Arquitectura— no es importante hacer tanta distinción, es imprescindible reconocer que los géneros se complementan así como los equipos de trabajo o las mismas disciplinas entre sí.
Karen Aune es artista, y aunque su relación con la arquitectura la ha heredado de su madre, su obra tiene un gran fundamento en la creación de espacios que se unen con la tecnología y la ficción. Mucho de su trabajo dialoga entre el arte, la ciencia y la arquitectura, y así como un género complementa a otro, enfatiza y ejemplifica la importancia de recurrir a diferentes recursos de un mundo híbrido.
Es ahí donde Gloria Serna —Directora de LaCaja Arquitectos— se da cuenta que esta realidad también se puede transpolar a la arquitectura, y así como encuentra con su trabajo a un "muro macho" y a una "pared hembra", conforma una traspolación que no se ve como uno o el otro, sino el espacio, como el silencio que hay entre los dos.
En el silencio hay escalas y campos que incluso se quedan de lado en la arquitectura. El simposio reúne puntos de vista de hombres y mujeres frente a un lugar donde el ser mujer les han sumado o restado. En el caso de esta labor las opiniones son diversas, y aunque a veces parecen cruzarse, los puntos de vista han sido variados. Son reflexiones sobre la escala del mundo, el patrimonio y el arquitecto como actor social que, para algunos, era muy diferente cuando las mujeres no ocupaban el papel que hoy en día tienen. Así lo grafica María Elisa Navarro al preguntarse "¿Es esto una coincidencia en la que realmente la mujer ha traído al mundo de hoy cosas que antes no estaban tan presentes o es una escala coyuntural?"
