- Área: 318 m²
- Año: 2016
-
Fotografías:Gonzalo Viramonte
-
Proveedores: Aberturas Betroni, Iluminacion Aguero, Marmolería Luis Nicolini, Nanzer climatización, Patagonia Flooring, Reinaudi vidrios
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los promotores del encargo son una pareja amiga del Arquitecto, sin hijos, con una vida muy organizada y una especial debilidad por la elegancia y calidad de los espacios.
Desde el día que decidieron mudarse a una zona suburbana, para conseguir terreno más amplio y así poder tener más contacto con la naturaleza circundante, característica de estos barrios, comenzaron en conjunto a confeccionar el programa de la vivienda.
Arrancar juntos (estudio y promotor), desde el comienzo, facilitó la tarea para ambos y el proceso comenzó con algunos planteos a manera de preguntas…
¿Cómo transitar el terreno de la singularidad sin caer en ostentaciones?
¿Cómo lograr que algo sea único sin recurrir a ornamentos del momento?
¿Cómo transmitir una imagen coherente al pensamiento de sus propietarios?
¿Cómo conseguir una implantación respetuosa con el perfil natural del entorno?
Las coincidencias fueron unánimes ya que reflejaron los postulados o premisas que el estudio sigue en cada uno de sus trabajos.
Podríamos resumirla en una frase: es la búsqueda de la tensión entre simplicidad funcional y volumétrica contraponiéndose con la mayor expresividad de los materiales elegidos.
La vivienda se levantó con bloques de hormigón celular, losa de viguetas y ladrillos de poliestireno, cielorrasos suspendidos de placa de roca de yeso, aberturas de aluminio línea pesada y doble vidriado hermético. El portón y puertas principales son de madera de kiri machimbradas.
Otra decisión conjunta fue la poca variación en la elección de los materiales tanto exteriores como interiores. Los solados de toda la casa son de mármol travertino turco con una pequeña intervención de madera en el estar. El revestimiento exterior es de piedra laja San Luis colocada del lado del corte para lograr una superficie plana.
La luz como aliada, tanto natural como artificial con la estudiada implantación en el terreno, utilización de “filtros” como parasoles, cortinas de bandas verticales y la variedad de artefactos empotrados, rieles con spots dirigibles o colgantes, fue pensada para acentuar los efectos que generan sensaciones de bienestar.
Una respuesta sintética y descriptiva de la casa Prisma podría ser, que su concepción volumétrica-espacial es esencialmente simple, que en sus proporciones predomina la horizontalidad, interactuando en todo su perímetro con el espacio exterior y que la cuidadosa elección de sus materiales busca trasmitir la experiencia estimulante de habitar los espacios.
Desde el ingreso, en el recorrido de transición hasta la vivienda, el tratamiento del paisaje nos presenta el contraste de circular entre un área seca, de superficie pétrea, que separa el estacionamiento de cortesía y una muy verde junto al espejo de agua de la fuente que se convierte en piscina, que guía, acompañando hasta el “atrio” de ingreso a la casa.
La funcionalidad se resuelve en tres módulos transversales, separados por patios, superficie de parque que se introduce en lo más íntimo…con la posibilidad de vivenciarlos con la seguridad de un cerramiento.
La transversalidad de éstas áreas se contrapone con el eje de circulación que las une y que coincide con el uso que comienza en lo público y termina en lo más privado.
La microtextura lineal que otorga la piedra como revestimiento, la naturalidad del hormigón visto y la calidez de la madera, aportan substancia al esfuerzo por lograr una respuesta material elocuente a los interrogantes del comienzo del proceso.