- Área: 3375 m²
- Año: 2016
-
Fotografías:Julian Restrepo
-
Proveedores: Decorcerámica, Rolformados, Taborda Luxes
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Mercado de Rio se ubica en el lugar donde antes existía una vieja bodega de 2.071 m2. Entre la Autopista del Rio y la avenida los Industriales, frente al Edificio Bancolombia. Con los dos frentes de estos edificios se conforma el nuevo parque de las Terminalias.
La forma en planta triangular de la antigua bodega se debe a que las líneas del ferrocarril que servían para el transporte de carbón que venían desde el municipio de Amagá, pasaban tangencialmente a ella, y en éste punto cruzaban el rio Medellín hacia el costado occidental.
Se Recicla ésta edificación teniendo en cuenta su origen histórico de los ferrocarriles y se toma como referencia arquitectónica las antiguas estaciones de tren.
Las fachadas de cerramiento de la edificación son de ladrillo a la vista, éstas se reciclan y se adiciona un nuevo ladrillo macizo para crear los arcos de acceso y la torre que conforma la esquina y genera el punto más alto y destacado del conjunto (torre del reloj), que se complementa con Láminas metálicas de hierro perforadas en troquel tipo oxido, junto con la estructura metálica expuesta a la vista que refuerzan el aire industrial de antigua estación de tren deseado.
Para el nuevo uso se toma de ejemplo la renovación de los mercados europeos que se han ido transformando en centros gastronómicos, donde el ambiente que se genera es un sitio para recorrer, picar tomarse un buen vino y pasar el tiempo de ocio de forma informal y descomplicada, con una extensa variedad y opciones gastronómicas.
En el primer nivel se implementa una geometría en los locales centrales basada en diagonales, triángulos y rombos que da al lugar un dinamismo visual que evita la posible monotonía que pudiera darse en un espacio único.
En este primer nivel se encuentran los locales más pequeños como puestos de venta tradicionales de los mercados, donde se vende comida variada cómo ceviches, tapas españolas, crepes, arroces mixtos, hamburguesas gourmet, paellas, jamones, quesos, postres, etcétera ; junto con la Enoteca, Cervecería y el café.
En los espacios comunes a todo lo largo del recorrido y entre los locales se ubican mesas tipo barra para compartir entre todos los locales, permitiendo de forma espontánea a los grupos de familiares y amigos participar en cualquier lugar independientemente de dónde compraron sus comidas o bebidas.
Esta serie de pequeños locales de comida van distribuyéndose de tal forma que genera un circuito con el fin de invitar a los clientes a recorrer cada uno de los pequeños espacios e ir disfrutando una experiencia de comidas, bocados y licores; Dos grandes escaleras curvas que abrazan la torre del reloj invitan a acceder al segundo piso donde se ubican algunos restaurantes de mayor formato con mesas propias y se destina una zona de pufs de descanso para disfrutar de forma desprevenida y espontánea de un buen descanso.