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Arquitectos: Tadu Arquitetura
- Área: 2950 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Ilana Bessler
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Proveedores: Leo Madeiras, Leroy Merlín, RF Leasing
Descripción enviada por el equipo del proyecto. MALHA fue creada como una plataforma innovadora para el mundo de la moda. Una forma en la que los creadores, empresarios, productores, proveedores y consumidores, comprometidos a construir una nueva forma de operar en el mundo de la moda, pueden establecer conexiones entre sí. Más colaborativo, local e independiente, involucrados en el debate acerca de la sostenibilidad, nuevas formas de consumo y preocupaciones ambientales. El espacio físico, por lo tanto, debe reflejar esto.
A partir de estas cuestiones, la primera decisión fue aprovechar una estructura existente. Un espacio de almacenamiento fue elegido porque es un espacio abierto, tiene una altura de 9 metros, y contiene tejas translúcidas, que permiten la entrada de la luz natural; todos componentes fundamentales.
El programa consistió en pequeñas oficinas para residentes, un estudio fotográfico, un estudio de costura, showroom, restaurante de alimentos naturales, una cocina compartida, área administrativa, así como una sala polivalente, un espacio de trabajo y un auditorio.
El proyecto para la ocupación del hangar no sólo debe reflejar las preocupaciones colectivas de MALHA sobre la sostenibilidad, sino también promover reuniones e intercambios. El espacio debe ser tratado como un gran lugar democrático de debate y aprendizaje.
El punto de partida para la estrategia de ocupación fue el uso de contenedores como principal elemento constructivo, que permitiría la distribución del programa en todo el hangar, así como una construcción rápida y limpia.
La lógica de ocupación consistió en la creación de espacios vacíos entre los cuarenta y dos contenedores reutilizados, distribuidos en dos niveles a lo largo de las paredes interiores. Este espacio vacío entre los contenedores configura el proyecto y tiene la intención de proporcionar diferentes formas de apropiación y ocupación, como desfiles, mercados, debates y proyecciones de películas.
Algunos palets se han esparcido por todo el espacio para servir de asientos, y se han establecido pequeñas camas que, combinadas con los sofás, bancos y mesas, crean una atmósfera que mezcla el ambiente de una casa con el ambiente de un espacio público.
Los talleres de fotografía, de costura y el showroom se organizaron cerca de la entrada principal, mientras que el restaurante de alimentos naturales, sala de usos múltiples / espacio de coworking, sala de administración y la cocina compartida se concentraron en el lado opuesto. También hay un espacio abierto para conferencias y cine, que consiste en una especie de tribuna frente a una gran pantalla.
Para el interior de los contenedores, se propusieron seis usos diferentes, entre ellos, oficinas, salas de reuniones y tiendas pop-up. Además del contenedor, se eligieron materiales de bajo impacto ambiental y bajo costo, como madera contrachapada, tejas metálicas y tejas translúcidas aplicadas a las fachadas internas.
A través de todas estas opciones, el proyecto MALHA se comprometió a alcanzar los desafíos contemporáneos planteados por las prácticas de arquitectura en las grandes metrópolis, como Río de Janeiro, que implica entre otras cosas, explorar el potencial de las estructuras existentes. Esto implica estudiar nuevas formas de construcción y nuevos mecanismos espaciales para la ocupación de interiores.
Con esto en mente, el proyecto buscó aportar algunas respuestas a estos problemas. El hecho de que MALHA funcione como un espacio público, acogiendo innumerables personas además de las que ya trabajan allí, permite ampliar el debate más allá de los círculos arquitectónicos, ya que la fuerte presencia de los contenedores y materiales elegidos no pasa desapercibida para los visitantes.