Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se emplaza en Alto del Carmen, valle del Huasco. Inmerso en la Cordillera de los Andes, en una zona contrastada por lo árido de sus cerros, y lo verde del valle en el río del Carmen.
El diseño estuvo fuertemente influenciado por el clima y el paisaje; variables que permitieron pensar en materialidad, estructura, espacialidad y atmosferas que tendría el edificio.
Se proyectó un volumen claro y rotundo. Adoptando los colores y texturas existentes en el lugar. Se utilizó la piedra de Huasco como elemento de identidad, adaptándose al paisaje montañoso del lugar.
El edificio se funda en la idea de una oferta urbana que regale espacios y vistas; tanto al poblado, al valle como a las montañas; capaz de ofrecer una espacialidad que comunique un nuevo orden al centro. El edificio consistorial se inserta en la trama urbana convirtiéndose en parte del recorrido ciudadano y el atrio se integra en este sistema como un espacio más en la sucesión de lugares del centro urbano.
Se cuidó la relación del edificio consistorial con la iglesia, permitiendo así, que los dos edificios más significativos consoliden la plaza y generen un lugar inédito de encuentro ciudadano.
Se trabajó la idea del muro como elemento estructurador, recogiendo la arquitectura vernácular. Esta idea, se expresa en una serie de cinco paramentos verticales, dispuestos en dos pares simétricos y un quinto muro que constituye una rótula, que articula la relación público-privada del edificio. Esta serie de muros, componen un volumen profundo a lo largo del sitio. Hermético y protegido de la radiación solar por el espesor y la materialidad pétrea y rasgado por finas aberturas controladas para entregar sombras y penumbras hacia el interior. Esta serie de muros y espacios, ordenan funcionalmente el edificio en dos hemisferios: uno de tres niveles, dónde se desarrolla el programa arquitectónico y otro que articula un gran Atrio público de tres alturas, vinculado con la iglesia y la plaza.
El edificio se diseñó para ser un lugar de estar para la gente que viaja hacia Alto del Carmen a realizar diversos trámites, como también un espacio público complementario a la Plaza de Armas. Donde pudieran desarrollarse actividades y reuniones comunitarias.
El Atrio organiza las dinámicas interiores y a la vez se extiende virtualmente hacia el exterior. El bloque de oficinas se desarrolla como planta libre con libertad de modificaciones y distribuciones futuras. El atrio relaciona los niveles entre sí permitiendo la lectura total del edificio; otorgándole rango y carácter. La expresión es amigable, abierta y participativa; siendo un edificio de todos y para todos. En el interior, las circulaciones se diferencian en una doble crujía que maneja el recorrido público hacia el atrio y el de funcionarios hacia el interior. El programa, se ordena en cada nivel alrededor del recorrido principal según la atención de público en cada recinto. La sala de concejo, en primer nivel, en un espacio central permeable, se integra al atrio y la comunidad.