- Área: 217 m²
- Año: 2016
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Fotografías:David Boureau, Antonin Ziegler
Descripción por los arquitectos. En el Parque Natural Regional de Boucles de la Seine, un granero en ruinas fue reconvertido en un lugar de residencia. Abandonado en el borde del río, solía sostener el forraje para los caballos de transporte. Su delgado entablado había sido desgastado con el tiempo -sólo permanecía el marco de la madera.
Un edificio perdido en los campos de trigo frente al río... En este contexto rural muy sencillo, el proyecto pretende ser igual de rústico, sin sofisticación ni detalles.
El nuevo refugio fue construido sobre el existente. Una cubierta de zinc cubre el techo y las paredes para conservar una arquitectura agrícola monolítica con pocas aberturas.
El marco es el elemento fundamental de la nueva residencia. Desde el exterior, permanece parcialmente visible, bajo el sobre de zinc, confiriendo así un aspecto incompleto a la construcción, como erosionado por la naturaleza circundante. Las ventanas y las puertas se subestiman visualmente: la casa arquetípica se mantiene a raya para dar lugar a otro tipo de hábitat, más acorde con el desierto circundante. Una grieta solitaria que atraviesa el techo y las paredes, dan al proyecto la apariencia de una ruina contemporánea.
La pátina de zinc natural que se desarrolla rápidamente refuerza la impresión de un edificio que siempre ha estado allí. Todo el proceso de construcción sigue siendo evidente: desde los cimientos de piedra, hasta el entramado, totalmente visible en el espacio interior. La elección de los materiales interiores expresa el mismo deseo de rusticidad que el exterior: bloques de ladrillos, listones, losas de hormigón expuestas y así sucesivamente.
La fachada de entramado de madera puntea la vista del río y el paso de los barcos de una estación a otra. La casa deja entrar la luz por todos lados: una vista única abarca todo el complejo, desde el spa de natación en la extremidad norte hasta el final del salón al sur en un contexto de paisaje.
Las habitaciones, ancladas bajo la madera, como perchas, en el lugar donde se almacenaba el forraje, permiten que el nivel de la planta baja esté casi totalmente liberado de cualquier tabique. Esta gran área de vida que abarca toda la superficie de la casa, posiciona al usuario en un lugar donde se rodea por la naturaleza.