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Arquitectos: DARP - De Arquitectura y Paisaje
- Área: 1400 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Camilo Castaño
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Proveedores: CONPRE S.A, METALICAS URIBE, Mosaicos Bien
Descripción enviada por el equipo del proyecto. DARP: DE ARQUITECTURA Y PAISAJE fue formado en el año 2012 por el arquitecto Jaime Eduardo Cabal y el arquitecto magister en paisaje Jorge Buitrago. DARP es un taller interdisciplinar de proyectos, que busca combinar el campo de la arquitectura y el paisajismo como áreas complementarias y necesarias para abordar problemáticas especificas en el contexto contemporáneo.
DARP ha obtenido primeros puestos en diversas competiciones nacionales e internacionales, su trabajo ha hecho parte de distintas publicaciones y su trayectoria ha sido reconocida por diferentes premios y nominaciones.
El Parque educativo para la Reconciliación. Se encuentra ubicado en el Municipio de San Pedro de Urabá, localizado en la subregión de Urabá al noroccidente del Departamento de Antioquia (Colombia). Su cabecera dista 425 kilómetros de la ciudad de Medellín, capital del departamento.
La historia de esta región está marcada por la explotación por parte de grupos extranjeros que la utilizaron para extraerle sus recursos más que para desarrollarla (Bananeras) y por permanentes pugnas internas en torno a la posesión de su territorio. Se desarrollaron fuerzas legales e ilegales que reconocían en ella un botín estratégico por su importancia económica y militar lo que ocasionó repetidas olas de violencia que dejaron miles de víctimas y desaparecidos por el conflicto interno.
El proyecto hace parte de la Red de 80 parques educativos, en un ambicioso programa de la Gobernación de Antioquía, que busca dotar de infraestructuras educativas de primera calidad a los municipios del departamento.
El nombre nace por iniciativa de la comunidad y representa las necesidades sociales que marcan la historia de su población seriamente golpeada por la violencia, en función de esto el edificio se configura a partir del patio y el umbral, elementos propios de la arquitectura del lugar, espacios de encuentro y de discusión, lugares “sin programa” que propician el encuentro entre los ciudadanos.
El proyecto se emplaza en una morfología urbana fragmentada y discontinua propia de la periferia o borde, donde lo NATURAL se funde con lo construido evidenciando experiencias de tipo sensorial más cercanas al PAISAJE y a la IDENTIDAD CULTURAL que a lo construido.
Dentro del proyecto se constituye EL PATIO como elemento de paisaje (Naturaleza) y el UMBRAL espacio de sombra y antesala, configurando la estructura espacial del proyecto.
El PESPU se abre a la CALLE, construye comunidad, se convierte en un lugar de aprendizaje para los “nuevos ciudadanos” que contribuye a la formación no solo académica, sino social y cultural por medio de espacios de inclusión.
Estéticamente el edificio busca resaltar elementos de la arquitectura tradicional (tramas y texturas) propias de la cultura Sinú (primeros pobladores de este territorio) que están en perfecta sincronía con el paisaje, definiendo al Parque Educativo como referente para el lugar y poniendo en Valor elementos de identidad propios de esta zona del país.
