Las restauraciones de edificios patrimoniales tienen al menos dos aspectos generales característicos.
Primero, un complejo y largo proceso de planeamiento de proyecto. Desde que se identifica una construcción a intervenir, has que finalmente se aprueba el proyecto conforme la ley de Monumentos correspondiente a su contexto. Segundo, una vez aprobado el proyecto, las obras de restauración toman la mayoría de las veces años de trabajo, en Santiago por ejemplo, la restauración del Palacio Pereira tiene contemplado 6 años de trabajos desde que se confirmó el inicio de la restauración, mientras que la ampliación del Museo Precolombino tomó 2 años.
¿Cómo vincular las intervenciones patrimoniales al quehacer cotidiano?
Ya se ha avanzado ampliando el espectro de intervenciones a edificios patrimoniales con fines comerciales.
Ahora, también surgen propuestas relacionadas con la integración del proceso de restauración de un edificio patrimonial al día cotidiano de los habitantes del sector. Considerando que gran parte de los edificios declarados monumentos se encuentran en los centros históricos o bien en zonas de alto flujo, son hot spots perfectos para intervenciones itinerantes.
A continuación, les mostramos el proceso de trabajo interdisciplinario tras las casonas patrimoniales de Compañía 1263, proyectadas por el arquitecto Lucien Henault en Santiago, Chile. Éste involucra arquitectos en la etapa de restauración, dueños privados con voluntad de innovar, gestión cultural que pone en valor no solo la obra patrimonial en sí, sino también destaca y nos acerca a la belleza del proceso de restauración, y finalmente artistas que a través de sus intervenciones rescatan la dignidad de un espacio olvidado.
Etapa de restauración.
A cargo de los arquitectos Rodrigo Perez de Arce y Owar Arquitectos.
Descripción de los Arquitectos.
Pocos eran los elementos originales que poseían las casonas del siglo XIX –Casa Goycolea y Club Domingo Fernández Concha, ambas enfrentando Calle Compañía en el entorno del Congreso y la Corte de Justicia de Santiago. Su matriz original de patios estaba prácticamente destruida.
Las fachadas habían sido desfiguradas por desafortunadas intervenciones y carecían de importantes elementos. A pesar de estar inscritas en un área de conservación, lo más probable es que hubiesen colapsado debido a severos daños estructurales.
Dicho en pocas palabras el objetivo del proyecto era recomponer un fragmento urbano que tejía recorridos de interior de manzana con una dotación generosa de espacios públicos peatonales enmarcados por las casas restauradas y nuevos bloques. El programa requería una matriz de espacios interconectados sin definir sus usos en detalle: los amplios salones de primer y segundo piso en las casonas se destinarían a usos comerciales y culturales. El ala este de Fernández Concha alojaría una nueva escalera y ascensor con el propósito de reconectar las casa y sus patios en un solo sistema. Nuevos bloques enmarcarían los frentes sur y oeste enfrentando un patio en forma de L. Conjuntamente con los áticos de las casonas los espacios superiores en estos bloques ofrecerían plantas libres. Se contemplaba una dotación de estacionamientos en subsuelo conjuntamente con espacios de reunión y programas de apoyo. La superficie total estimada ascendía a 20.000 metros cuadrados.
El esquema articula diversas materialidades: las fachadas con sus estucos restaurados; contra las expectativas convencionales acerca de las fachadas neoclásicas la restauración redescubrió sus colores originales, y sus cuerpos traseros de albañilería vista. Ciñéndose a esta ordenación, los bloques sur y oeste contemplaban revestimientos de ladrillo mientras que las estructuras interiores de hormigón visto reforzarían la mampostería histórica de albañilería. Se contemplaba la piedra y el ladrillo para los pavimentos de modo que los tonos terracota caracterizarían al nuevo patio con su conjunto de medianeros, fachadas antiguas y modernas que revelan la construcción heterodoxa del interior urbano. Mediante árboles y trepadoras se subrayaría la cualidad de los patios respecto al entorno de calles.
Lo que se percibe hoy en día es solo un fragmento de lo mencionado, que solo representa el refuerzo estructural y restauración de fachadas; y sin embargo los visitantes lo apreciaron sorprendidos por la nobleza de los espacios que se abrían al público por primera vez luego de un dilatado abandono. Los próximos pasos deben considerar todos los elementos descritos; solamente entonces se podrá apreciar el potencial real del sitio en tanto fragmento urbano.
Intervención Temporal: One Moment Art
La galería itinerante One Moment Art, cuya línea editorial se especializa en intervenciones en espacios patrimoniales y museográficos, invitó en enero de 2017 a 10 artistas chilenos a realizar obras in-situ o bien adaptar obras anteriores al lugar, aprovechando los trabajos de restauración para otorgar a los monumentales salones, un nuevo significado a través de intervenciones artísticas.
Virginia Guilisasti
Obra: Dionisio
Materiales: Vidrios y espejos reciclados.
Descripción del artista. Elegí el salón circular Dionisio ya que es el único que aún permanece con huellas y registros de lo que fue el lugar en su época (restos de papel mural, cerámicas y diseños antiguos de yesos).
Lo que hice fue construir una gran lámpara con restos de vidrios y espejos, aludiendo a las antiguas lámparas de lágrimas, la lámpara la situé desde el centro, con el fin de iluminar la historia que cargan sus muros. Tanto la lámpara como su entorno delatan su ruina y decadencia.
Javier Toro Blum
Obra: Aún no sé si soy una torre o un gran cántico
Materiales: Madera recuperada del lugar y bisagras de acero.
Descripción del artista. El proyecto consiste en la reutilización de puertas y postigos del edificio original, desechados en la restauración, para construir una serie de estructuras auto sustentadas. Las piezas están dispuestas por la sala, generando un ritmo en el espacio, así como dialogando con los cuatro pilares de hormigón que sostienen la nueva estructura.
Esta actualización escultórica de las piezas tiene como intención volver a activar elementos del pasado del edificio a través de su presencia en el presente. El título es una modificación de una parte del Libro de Horas del poeta Rainer María Rilke. La pregunta está en si estos elementos son estructuras (Torre) o si son elementos de la performance que sucede en el espacio cuando el visitante pasea por la sala (un gran cántico).
Magdalena Prado
Obra: Intervención en papel desvastado
Materiales: 33 pliegos de papel
Descripción del artista. Para el proyecto “Compañía 1263” la artista hizo uso de 33 pliegos de papel intervenidos previamente con agua y con una herramienta con la cual fue transformando su superficie pasando así de lo plano a lo volumétrico.
Con estos pliegos ya alterados realizo una obra que dialogara con el espacio instalándose en él, intentando que este diera cuenta del espacio que habitaba, generando un espacio de contemplación, afectando y acercando nuevos significados para ambos.
David Scognamiglio
Obra: Foris
Descripción del artista. La obra presentada quiere reflexionar sobre la palabra Foris (en latín significa de afuera), de la cual derivan las ideas de forastero y de foresta. Se trata de una instalación site specific, realizada en el contexto de Compañía 1263, que ocupa y reinterpreta parte de los espacios del antiguo club Fernandez Concha.
La instalación opera a dos escalas: una figura semi-geométrica de líneas de luz dibuja una trayectoria lumínica que atraviesa el espacio y prescinde los limites entre interior y exterior del edificio.
A otro nivel, un rectángulo de agua acumulada en el piso, reflecta las líneas de luz y los edificios circunstantes.
Foris se conecta con una serie de instalaciones realizadas por David Scognamiglio, que a través de luz y agua apuntan a la creación de lugares simbólicos.
Claudia Muller
Obra: Constelante
El proyecto tiene como objetivo principal generar un remolino de agua dentro de una tineta de pintura. Éste se origina a partir del motor de una bomba de agua, ubicado en la base del balde. La hélice (propia del motor) gira circularmente y mueve los 10 litros de agua en estado de contención ocasionando un remolino en el centro, un agujero que parte desde la base y se extiende a la superficie.
La imagen producida por el movimiento de agua, es potenciada gracias a la incorporación de fragmentos de cera de vela y plumavit, los que al girar a la velocidad del motor desaparecen en su individualidad, para dar origen a un plano circular que nos muestra la totalidad de los elementos sostenidos por el movimiento en torno al remolino. Gracias a la incorporación de un timer, la imagen circular presente en el interior del balde se hace y deshace constantemente funcionando desde una mirada formal como metáfora de galaxia.
Ésta es observada por medio de una cámara de seguridad instalada sobre el recipiente, proyectando la imagen del liquido en movimiento a pared vertical.
Sebastián Jatz
Obra: Entra y Canta
Entra y Canta presentaba tres objetos:
Entra y Canta: un micrófono natural, un espacio de resonancia unipersonal, una leyenda de adolescencia. Construida en relación a los otros dos objetos.
Fuera del conservatorio: transmisión física de una vibración, unión material de dos edificios opuestos, conservación de músicas. Construida en relación al lugar.
Pareidolia Cuboctaedra: reflejo multiplicado unipersonal, pulsación, una serie en proceso. Construida y exhibida previamente en Señales Aleatorias: Retrospectiva del Arte Sonoro Chileno en el X Festival de Arte Sonoro Tsonami en Valparaíso.
Raimundo Edwards
Obra: Q”IPA / NAYRA. Boceto para una posibilidad de mestizaje
Materiales: Cintas de vialidad refractactes y pintura spray sobre tela de tránsito+ objetos encontrados+iluminación. Dimensiones variables.
Mediante la inversión de las palabras del lenguaje Aymara: Nayra/Frente yQ”Ipa/Atrás. La intervención consiste en hacer ver la arquitectura grecolatina (post-neoclásico) bajo el concepto de tiempo Aymara (futuro y pasado) donde el futuro es señalado hacia atrás y el pasado hacia el frente. El resultado es una mezcla cultural (america/europa) que remite a la mezcla de civilizaciones que conforman nuestro territorio: Latinoamérica.
El clásico frontis (frontón) triangular es intervenido por una tela a escala, utilizando residuos del lugar rociados con pintura spray, procedimiento que plasma el negativo de los objetos sobre el lienzo. Mientras que su negativo (reverso) arquitectónico esta intervenido por los mismos objetos utilizados en la producción de la tela ubicada en el frontón. Siendo el anverso/reverso del mismo lugar.
Otros artistas que participaron de la intervención; Josefina Astorga, Violeta Larraín, y Pablo Concha.
