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Arquitectos: Gabriel Ruiz Cabrero, Marina Uno Arquitectos
- Área: 247 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Lluís Casals
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Proveedores: BEC, Led Linear
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proceso constructivo en que está sumido la catedral de Málaga desde 1524 hace que aunque posea una notable unidad arquitectónica, no pertenezca a un estilo claramente definido. Durante estos casi quinientos años el edificio ha tenido momentos de gran avance de las obras como son el siglo XVI, en el que se construyó una girola con aspecto de fortaleza de aires renacentistas, y el siglo XVIII, en el que se levantó la nave del coro y la fachada principal con la apariencia de un palacio barroco. La insistencia del cabildo en mantener la unidad del templo, forzó a los arquitectos del XVIII a levantar una obra que perteneciendo a su época, continuará las trazas de la parte anteriormente construida.
A finales del siglo XVIII y por carencia de dotación presupuestaria, se paralizaron las obras a falta de la construcción de las dos sacristías, la torre sur y las cubiertas.
La situación inacabada de la catedral de Málaga, cuya ausencia de tejado provoca que la cara superior de las bóvedas quede al descubierto, genera un espacio a modo de plaza elevada sobre la urbe. Este espacio está situado a cuarenta metros sobre la cota del pavimento del interior del templo y ofrece al visitante una vista de trescientos sesenta grados sobre la ciudad. Con el propósito de facilitar el acceso a este privilegiado lugar, se realiza el presente proyecto de mejora de los recorridos, el cual contempla la adecuación del ascenso a las condiciones de seguridad e iluminación necesarias para el correcto desarrollo de la actividad planteada.
Pero el proyecto planteado no sólo permite el acceso a este privilegiado espacio, sino que se convierte en una auténtica promenade architecturale, un paseo artístico. Este recorrido permite el ascenso por escaleras de diferente geometría y de extraordinaria labra, paseos por las terrazas sobre las capillas y vistas del interior del templo desde la altura. Múltiples salas cubiertas con cúpulas de piedra jalonan el ascenso, que servirán de espacios para el descanso a lo largo de la subida y que podrán adecuarse como salas de exposición.
El recorrido a través de estos espacios y la contemplación de las vistas desde el plano superior de las bóvedas de la catedral permitirá no sólo el entendimiento completo del edificio y de su evolución histórica, sino también de la ciudad que a sus pies ha crecido.
Se han realizado básicamente tres tipos de intervenciones: un sistema de barandillas que eviten el riesgo de caídas, una serie de plataformas y escaleras que salven los desniveles existentes y generen espacios de estancia y contemplación, y un sistema de iluminación que permita realizar visitas nocturnas.
Frente al permanente aparejo de piedra, planteamos para esta instalación materiales como el hierro y la madera, que estando presentes en la catedral tienen un carácter desmontable. Todos y cada uno de los elementos añadidos en esta intervención se han anclado en las juntas de la fábrica de manera que si se estimara necesario, podrían ser retirados sin dejar huella.