- Área: 500 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Santiago Pinyol
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Proveedores: Porcelanosa Grupo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa 40 se ubica en una zona rural en las inmediaciones de La Calera en Colombia. Hace parte de un complejo residencial cerrado de casas unifamiliares y su contexto inmediato y lejano se distingue por las particularidades del paisaje típico de la sabana de Bogotá, la altiplanicie más amplia de los Andes colombianos. Teniendo esto cuenta, los elementos formales que componen la Arquitectura de la casa se insertan en el lote de tal forma que el paisaje circundante se enmarque y resalte.
Por su parte, el cliente pide una residencia de una sola planta donde se identifiquen claramente el área de servicio, la zona social y los espacios privados de las alcobas. También requiere que los espacios sociales se relacionen física y visualmente dentro de la vivienda y estos a su vez al paisaje, manteniendo un alto nivel de privacidad hacia los vecinos. Para lograr esto fue necesario dar forma a unos espacios donde privacidad y permeabilidad coexisten como conceptos rectores.
De esta forma, la casa se compone a partir de tres módulos alargados que se ensamblan paralelamente y aíslan la vivienda de los lotes adyacentes (vecinos) ubicados al sur y el norte. Al mismo tiempo, estos módulos se abren al paisaje y a la trayectoria diaria del sol en el este y oeste. También, se crean espacios internos (patios), que permiten el ingreso de luz, ventilación natural y una relación directa con elementos naturales dentro de la casa.
A su vez, la estructura define la volumetría externa y la espacialidad interna de la vivienda a partir de un principio estructural sencillo y pragmático; muros portantes y losas aligeradas. Éste un sistema estructural ideal en zonas de alto riesgo sísmico que además permite la relación física y visual de las diferentes dependencias, libre sin la obstrucción de columnas.
La fachada se reduce a una paleta de tres materiales que se caracterizan por su eficiencia y buen comportamiento frente a la temperatura y las condiciones climáticas de este contexto. Igualmente, son materiales técnicamente viables y conocidos en su proceso constructivo en el lugar, cuyo mantenimiento es casi nulo. El cuerpo principal de la casa (muros portantes), lleva un acabado en marmolina preparada y texturizada que se interrumpe con losas en concreto blanco a la vista. Estos elementos enmarcan unas bahías en madera teca que a modo de fachadas ventiladas ayudan a aislar térmicamente la vivienda.