Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta casa en Florianópolis es el segundo proyecto que hicimos para los amigos (la primera fue la casa en Joinville, en la que viven, ambas en Santa Catarina). El terreno, frente al mar, se encuentra en un condominio con un montón de pequeños condominios en la Playa del Morro das Pedras, al sur de la isla.
La casa se organiza como un balcón, a nivel del suelo, y un volumen suspendido por los entornos protegidos. La sombra construida cubre el comedor. Horizontalmente se extiende a la piscina, a las calles laterales y la playa. Verticalmente, un espacio de doble altura comunica los entornos.
El volumen de mampostería concentra todas las instalaciones hidráulicas. En la planta: lavandería, horno a leña, depósito para tablas de surf y equipo de playa. Arriba, baños y cocina. También contiene la escalera de acceso a la sala de máquinas abajo y un dormitorio y estar por encima. Esta construcción opaca protege la casa desde el oeste y del vecino. También sirve como refuerzo de estructura de madera (garapeira) que pone en marcha todo el edificio.
La estructura de madera (15 toneladas) pesa menos de 10% del volumen total de hormigón (115 toneladas), incluso con un área 4 veces más grande. Esta construcción ligera busca reducir el impacto de las obras en un sitio tan delicado, asegurando la calidad y bajo costo. Debido a la distancia, fue también una estrategia para asegurar la precisión en el trabajo.
Toda la prefabricación y montaje de esta estructura fue proporcionada por el equipo local. El diseño de los pilares refuerza la idea de la casa suspendida cuya espacialidad de porche continua a las zonas externas, reduciendo los puntos de apoyo, que en consecuencia concentra las fundaciones.
La construcción se penséo como un montaje: suelo de madera en planos horizontales, paneles metálicos con aislamiento termo-acústico en el techo, paneles de yeso en el interior, marcos de ventanas de madera y vidrio como sellado.
Todo el volumen superior está rodeado por una protección plástica translúcida que resiste el aire salado, impide el sol excesivo y los vientos del sur que traen consigo arena, la misma que forma dunas en la playa. Este elemento permite el paso controlado de la luz y ventilación permanente. Una lágrima horizontal al nivel de los ojos establece una conexión visual directa con el mar, un complemento al horizonte, a diferencia de un pequeño pliegue en la fachada principal del plan. Por la noche, la luz se invierte y la casa irradia brillo, como un pequeño faro.