- Año: 2016
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Fotografías:Onnis Luque
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de diseño museográfico para la exposición Arte para la nación, propone una infraestructura que organiza una exposición acerca de una colección sumamente heterogénea como lo es la Colección de Hacienda. Ya que a través del programa Pago en Especie, los artistas que viven en México pueden saldar sus impuestos donando obras de arte.
Se quiso trabajar con este conjunto tan vasto, de una manera modular y racional que remitiese al concepto de archivo y que ofreciese una imagen de levedad y fluidez. Todas las obras gráficas están colgadas de paneles suspendidos que parecen flotar en el espacio. Éstos funcionan como planos de color que se relacionan entre sí a través de vistas cruzadas. Entre los paneles, se crean recorridos orgánicos que propician el descubrimiento progresivo de cada conjunto de obras, diálogos entre las mismas y momentos de sorpresa.
El sistema constructivo se compone de una serie de pórticos metálicos arriostrados entre sí e independientes de las paredes existentes. Estos 40 pórticos se suceden transversalmente a cada una de las tres salas que componen la “U” de la Galería Nacional. Cada pórtico está preparado para recibir un número variable de paneles que cuelgan de tirantes metálicos. Los paneles tienen longitudes comprendidas entre 1.5 y 7 metros; y alturas comprendidas entre 2.20 y 2.70 metros dependiendo de la altura de cada sala.
Estos soportes colgantes están pintados de colores y permiten exponer una obra en el espacio autónomamente con inmensa flexibilidad. El sistema se complementa con una serie de bases para las esculturas expuestas. Por un lado, plataformas horizontales de la misma piedra que la que recubre el suelo de la Galería Nacional, ligeramente elevadas y que reciben las esculturas de mayor porte. Por otro lado, bases de madera pintada, para las esculturas pequeñas. Hay también un conjunto de mobiliario de madera consistente en bancos y mesas muy esbeltas para las estaciones de consulta y descanso.
Se trató de dotar a Palacio Nacional de una infraestructura arquitectónica que resalta las cualidades espaciales de la propia Galería Nacional y la cualifica como espacio museístico. De esta forma se consigue también que el lugar gane un carácter específico y monumental acorde con su contexto.