El pasado 26 de mayo se inauguró el pabellón de México en la Muestra Internacional de arquitectura de la Bienal de Venecia 2016, y entre los 31 equipos de trabajo seleccionados para exhibir sus aproximaciones con la temática de arquitectura social que entregaba esta edición de la Bienal, se encuentra el colectivo Hola Vecino de Monterrey. Su participación, dentro de la categoría 'La organización comunitaria también es arquitectura', representa un reconocimiento a más de una década de trabajo en procesos de organización vecinal.
Modelo de organización vecinal
Hola Vecino surgió por iniciativa del Colectivo Artístico El Narval en el barrio de Tampiquito, en la zona metropolitana de Monterrey. Una de sus primeras acciones fue distribuir leones de yeso entre sus vecinos, quienes los pusieron en sus azoteas y ventanas, y se fotografiaron con él. Pronto, el León se convirtió en el símbolo de un barrio y en una táctica para proyectar su identidad a otras colonias.
Esta y otras acciones lúdicas dieron pie a un sistema de organización y comenzaron a ser invitados a iniciar procesos de participación en otras partes de la ciudad. Fue así que fundaron Hola Vecino, una asociación que ayuda a comunidades urbanas a establecer Centros de Pensamiento Vecinal y al implementar el Kit del Vecino Prendido.
Hola Vecino reúne distintos equipos de trabajo. En Tampiquito, esta organización trabaja de cerca con el despacho Covachita, que fue también seleccionado para participar en el pabellón de México. Covachita ha realizado diversas obras en Tampiquito entre las que se encuentra una palapa para actividades comunitarias, huertos, y una escalera pública.
Otro colaborador cercano de Hola Vecino es el despacho Cuadra Urbanismo, de Guadalajara. Hola Vecino y Cuadra desarrollaron una nueva versión del Kit del Vecino Prendido para presentar en Venecia. Se trata de un conjunto de estrategias y documentos que dan elementos a personas y comunidades para organizarse para obtener beneficios comunes.
Los tramas vecinales han llevado a Hola Vecino a colaborar con varias asociaciones y colectivos como son el Consejo Cívico y Paz Es, Comunidar, Pueblo Bicicletero, La Banqueta Se Respeta así como desarrolladores, secretarias de gobierno, universidades y asociaciones vecinales consolidadas.
Una de las piezas que se presenta en el pabellón de México es un León de Tampiquito de ochenta y cinco centímetros de altura. Para esta ocasión Luis y Chuy Álvarez, miembros de El Narval y Fundadores de Hola Vecino, trajeron esta escultura personalmente a Venecia. Una vez ahí, la pasearon por distintas partes de la ciudad y en pabellones de otros países. Su objetivo era mostrar cómo un símbolo puede activar procesos de reflexión sobre el espacio urbano y dar pie a relaciones de amistad y colaboración.
Decenas de visitantes a la Bienal se tomaron fotos con el león de Tampiquito. Muchos más preguntaron sobre su origen. El león fue colocado en distintos espacios públicos, sirviendo como pretexto para iniciar conversaciones entre desconocidos. Al terminar la Bienal, el León se quedará con un veneciano que prometió a los hermanos Álvarez colocarlo en un lugar visible de su casa.
¿Por qué en una Bienal de Arquitectura?
Entre los fundadores de Hola Vecino no hay arquitectos, y el colectivo no realiza obras estrictamente arquitectónicas. Esta edición de la Bienal, sin embargo, busca reflexionar sobre la relación entre procesos sociales y el entorno construido. Desde esta perspectiva, en la medida que la arquitectura puede tener efectos sobre la organización vecinal—principalmente mediante la construcción de espacios comunes—la organización vecinal puede también transformar en la manera en que organizamos y usamos el espacio.
La inclusión de Hola Vecino apunta hacia las posibles colaboraciones entre comunidades organizadas, activistas, arquitectos y urbanistas en la construcción de mejores ciudades. El trabajo del colectivo forma parte de una sección de la exposición llamada “La organización comunitaria también es arquitectura”.
El futuro de la organización vecinal
En décadas recientes han surgido en México distintos esfuerzos de organización vecinal. Muchas son iniciativas independientes, al margen de las instituciones del estado o religiosas, las cuales dominaron por mucho tiempo la vida política del país. El trabajo de Hola Vecino apunta hacia un futuro en el que los procesos comunitarios de autogestión pueden asumir un papel cada vez más importante.
En la medida que Hola Vecino promueve la toma de decisiones local y el empoderamiento de comunidades organizadas, sus iniciativas esbozan alternativas para la política en México.
