Tutores (o profesores, dependiendo de donde vivas). Todo el mundo tiene historias de horror acerca de sus tutores, al igual que todo el mundo tiene historias sobre un profesor que realmente adoraba. En última instancia, tus profesores son probablemente el elemento más importante de tu enseñanza de arquitectura; no importa cuánto esfuerzo pusiste en el aprendizaje a través de otros medios, estas personas probablemente se convertirán en figuras de formación no sólo en tu educación, sino que en tu vida en general.
Sin embargo, es fácil olvidar que son exactamente eso: personas, con todos los defectos y debilidades que implica ser una persona. De algunos te gustará aprender, mientras que de otros puede ser un poco más difícil. Pero como los fantasmas de Christmas Carol de Dickens, cada tipo particular de profesor tiene su propia lección para entregar. Éstos son los cinco tipos diferentes de tutores con los que vas a lidiar en tu enseñanza de arquitectura, y lo que debes aprender de cada uno de ellos.
1. El intimidante
Siniestros desde la primera impresión hasta la crítica final, hay algunos profesores que son demasiado intimidantes. Aunque el miedo puede impedir una entrega con retraso, la discusión es imposible cuando las rodillas te están temblando. Si hay un profesor que ha hecho llorar a alguien, es probable que sea éste.
Por qué son importantes: lo creas o no, te encontrarás con gente más intimidante que tu tutor más temible. Estar cerca de alguien que provoca un profundo temor en tu corazón es una muy valiosa preparación para los jefes y los clientes que tendrás que enfrentar en la vida laboral.
2. El modelo a seguir
Este es el tutor que quieres ser en todos los sentidos. La forma de vestir, la forma en que bosqueja obras maestras sin esfuerzo, la forma en que escucha tus ideas y las hace diez veces mejores. Y al mismo tiempo te gustaría ser su mejor amigo.
Por qué son importantes: Siempre es tranquilizador tener "buenos tipos", no sólo en la arquitectura sino en la vida. La oportunidad de aprender de alguien que también admiras puede ayudarte en la conformación de lo que quieres para tu propio futuro.
3. El amor difícil
Parecen agradables al principio, hasta que sugieren que vuelvas a comenzar el proceso con sólo una semana antes de la fecha límite, o hacer un millón de iteraciones más a pesar de que estás feliz con lo que ya has producido. No importa lo que hagas, o lo mucho que lo intentes, no hay cómo hacerlos felices.
Por qué son importantes: este es el tutor que probablemente odies en el momento, pero en retrospectiva estarás agradecido por lo mucho que te presionó. Un tutor que puede ver tu potencial y se ha comprometido a empujarte a tu máximo te llevará mucho más lejos que uno simpático pero apático.
4. El aburrido
No siempre se puede ganar, y no siempre el tutor será una fuente burbujeante de estimulación. Cada conversación con este tutor parece ir a ninguna parte, no se puede conectar con ellos, y hablan sin decir nada realmente. Las sesiones se convierten en inductores del sueño.
Por qué son importantes: El lado positivo es que se obtiene una oportunidad para trabajar sin guía. Es posible trabajar a través de problemas por tu cuenta, o puede encontrarse valor en la consulta a otros estudiantes. De cualquier manera, es una lección vital en el aprendizaje de cómo llevar a cabo una tarea, incluso cuando algo (o alguien) falla.
5. El guapo/a
Ya estás sonriendo. En un momento u otro ha habido un tutor o tutora que está por encima del resto por la única razón de ser muy buen mozo o muy atractiva. Mientras que son una gran distracción, son también un muy buen incentivo para ir a clases. Y aunque quizás estás demasiado ocupado tratando de averiguar si son solteros, en vez de escuchar lo que dicen de vigas de hormigón, cada sesión se siente como un tiempo realmente bien gastado.
Por qué son importantes: en un campo visualmente centrado como la arquitectura, la apreciación de la estética es muy importante...
