Considerada como patrimonio del movimiento moderno en Colombia, la Torre Colpatria se alza sobre el sector de San Diego en el reconocido Centro Internacional de Bogotá. Conformado por 50 pisos, los 196 metros de altura la convirtieron durante muchos años en el edificio más alto del país hasta la construcción del BD Bacatá (2016), también en Bogotá. La implementación de técnicas constructivas innovadoras y su localización sobre la intersección de dos vías arteriales de la capital -la Carrera Séptima con Avenida El Dorado (Calle 26)- la constituyeron en un hito arquitectónico de la ciudad. Su diseño sobrio y contundente aportó al perfil urbano una pauta sin precedentes en la década del 70.
A mediados del siglo XX y tras las iniciativas enunciadas en el Plan Piloto de Le Corbusier, la Sociedad Colombiana de Arquitectos y varios alcaldes capitalinos establecieron ejes arteriales al prever el crecimiento de la ciudad, acompañados de la ampliación de algunas manzanas que darían paso a la consolidación de ambiciosos conjuntos de edificios para adjudicar la llegada de la modernidad. Para brindarle a la ciudad nuevos perfiles urbanos, se consolidó tanto por la carrera séptima como por la carrera décima unos paramentos viales que atendieran a actividades comerciales, culturales y residenciales, conectados por parques y plazoletas. Producto de interventorías, concursos, consultorías técnicas e innovaciones formales, se buscaba congregar diversos usos en áreas potencialmente densas.
Como proyecto ganador del premio Nacional de Arquitectura en 1966, El Centro Internacional de Bogotá, labor desempeñada de la mano de firmas coetáneas, pretendían aportar a la ciudad orden y sobriedad formal. Dentro de este conjunto está inscrita la Torre Colpatria, cuyo diseño estuvo a cargo de la firma de arquitectos Obregón y Valenzuela & Cía en 1973 como iniciativa del Grupo Colpatria. Tras definir los diseños, la constructora encargada fue la empresa Pizano Pradilla Caro y Restrepo Ltda. quienes concluyeron la obra en 1978.
La Torre Colpatria logró impulsar la trayectoria de Obregón y Valenzuela & Cía al merecido reconocimiento como grandes maestros de la arquitectura moderna en Colombia. Su prolífica obra imparte los inicios de la modernidad con una sobresaliente factura y una pulcra ejecución de sus ideas, desde construcciones domésticas, oficinas, edificios comerciales, hasta edificios de renta e instituciones estatales.
Durante 36 años la Torre Colpatria fue el edificio más alto de Colombia y uno de los más altos a nivel continental. Desde su finalización superó al Centro de Comercio Internacional (192 metros, Bogotá) como el edificio más alto de América Latina. Hacia 1982 la construcción de la Torre Ejecutiva Pemex de Ciudad de México le arrebató el puesto y posteriormente en 1983 esta última sería superada por las Torres del Parque Central en Caracas, Venezuela. En 2016 se sitúa en el 5° lugar en Sudamérica y el puesto 26° en América Latina, siendo superado por rascacielos en Ciudad de México, Panamá, Caracas y Santiago de Chile. Ahora, en Bogotá el 19 de abril de 2015 se inició la obra del edificio BD Bacatá, superando notoriamente a la Torre Colpatria, y convirtiéndose en el edificio más alto de Colombia.
El conjunto de la Torre Colpatria consta de la torre de 50 pisos y de un bloque adjunto de 10 pisos al costado sur, proporcionando una relación escalar al conjunto. En este punto menor se localiza un sector comercial, oficinas y estacionamientos. La base de la torre es cuadrada, pero aún así no se encuentra paralela ni a la calle séptima, ni a la calle 26; se dispone de forma diagonal encarando al Parque de la Independencia. Al interior se conforma por dos núcleos: uno exterior encargado de suministrar ventilación y luz natural a las oficinas y servicios, con indispensables funciones estructurales desde la primera planta a la Azotea donde se encuentra el helipuerto y el reconocido mirador sobre el centro histórico de la ciudad. Mientras que el interior se encarga de contener el núcleo central (punto fijo).
En este caso el papel de la plataforma no atiende al convencional propuesto por los grandes referentes internacionales, debido a que la torre llega directamente al nivel de la calle y este se entiende como un espacio residual donde se localizan los dos volúmenes sin tocarse. Las nuevas técnicas constructivas y sismo resistentes de la época evidenciaron un diseño estructural que resultó ideal para los rascacielos y la necesaria elasticidad que proporcionaría en caso de movimientos horizontales. Finalmente se estableció el sistema estructural tubo en tubo o (núcleo en núcleo), donde un tubo pantalla interior es contenido por un tubo aporticado exterior que desde los años sesenta se estaba implementando para el diseño de rascacielos en Norteamérica, tras la búsqueda por facilitar la resolución de los ventanales en las fachadas de dichas construcciones.
Debido a su ubicación en un terreno de arenas expansivas, se empleó una cimentación profunda como resultado del estudio de suelos entregado por Antonio Paez y Pablo Sáenz: en superficie presenta 22 metros de arcillas y limos superficiales, seguido de 18 metros de arcilla gris arenosa, 10 metros de arcilla gris verdosa cementada, 10 metros de formación Bogotá [pdf] y algo más de 60 metros de arcillolita amarillenta de alta densidad. Para dar anclaje a la torre fueron necesarios 24 pozos de cimentación caissons, sobre los que reposa la plataforma. A los 50 metros de profundidad, conformados por 16 pilas de 2 metros de diámetro bajo el tubo exterior y 8 pilas de 24 metros de diámetro bajo el tubo interior, la solución requirió más de 6.000 toneladas de hormigón y 3.000 toneladas de acero. Lo que marcó una pauta en términos de estudios del suelo y su correcta interacción con la estructura.
El sistema aporticado del tubo exterior se conforma por 4 columnas situadas en cada esquina con un grosor de 35 cm y 80 cm de largo. Entre los costados superior e inferior se disponen 2 columnas de 90 cm por 40 cm distanciadas por un metro. Mientras que hacia los costados laterales se disponen pantallas de 1,25 metros y un grosor de 40 cm. Las vigas que amarran las columnas tienen una sección de 1,20 metros de altura por 0,45 mts de ancho, con una forma particular. Al interior, las viguetas están equidistantes cada 1,8 metros, con una sección de 15 cm de ancho por 20 cm de alto.
En cuanto al tubo exterior las columnas que lo conforman están dispuestas cada 13,05 metros, conectadas por vigas de borde de 30 metros de ancho por 75 cm de alto. Situadas en parejas, las vigas se superponen en el rígido núcleo generando una luz de 7,25 metros, cada una de 20 cm de ancho por 55 cm de alto. De acuerdo con estas nuevas soluciones estructurales la instalación de la ventanería fue más eficiente entonces, permitiéndole a Obregón y Valenzuela & Cía. Ltda proponer fachadas con efectos visuales novedosos y que se convertirían en un elemento para recordar en su obra. Las pilastras sobre la fachada fueron un prefabricado en hormigón con mármol abujardado, entramado que sugiere un tejido a la vez que cumple una función estructural.
Con motivo del aniversario de Bogotá, en 1998 se instalaron 36 luces de xenón que proyectaban distintos rayos de luz sobre las pilastras blancas. A finales del 2012 fueron reemplazadas con luces LED, como inversión por parte de la compañía Philips de un millón de dólares. Estas luces son extensiones de 120 metros de altura entre el piso 12 y el 46. El nuevo sistema concede la proyección de imágenes en alta calidad por cada una de las cuatro fachadas. La técnica empleada fue la disposición de esta luces sobre canaletas que se fijaron a la fachada por medio de clavos de impacto a cada 40 cm, canaleta que se encuentra cerrada herméticamente para la total protección de los cables.
Fiel representante de la imprenta del movimiento moderno en Colombia, el uso de mecanismos de repetición en sus fachadas, la búsqueda de espacios de mediación entre la Torre y el espacio público, acompañados de innovación estructural; la Torre Colpatria seguirá siendo una de las primeras iniciativas sobre arquitecturas urbanas. Como parte del mega proyecto Centro Internacional, los criterios sobre estas agrupaciones de edificios en altura pretendieron entregarle a la ciudad de Bogotá una continuidad funcional más allá del interior de las edificaciones, abriéndose a concebir la calle como un espacio de múltiples usos potenciadores de la socialización de sus habitantes.
- Año: 1978
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Fotografías:RobertContrer [Flickr], bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0, Sergio Bociga, Felipe Rodríguez, Tijs Zwinkels [Flickr], bajo licencia CC BY-SA 2.0, Pedro Felipe [Wikipedia], bajo licencia CC BY-SA 3.0, Germán Téllez. "Anuario de Arquitectura en Colombia Vol. 7", Reg Natarajan [Flickr], bajo licencia CC BY 2.0, mefixto6 [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0, Lucho Molina [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0, alejandro bustamante campillo [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0
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Proveedores: Corev, HID Global, Vidplex