- Área: 1250 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Milene Servelle
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Para este proyecto de dieciséis viviendas sociales, el Atelier Gemaile RECHAK ofrece umbrales intuitivos que abordan todos los niveles de percepción, así como los niveles urbanos, íntimos y paisajísticos del sitio. Exploración.
Umbral
El primer umbral es la confrontación entre una violenta y ruidosa calle principal y un proyecto que cumple con su función urbana.
El establecimiento de la construcción y las dimensiones de las dos fachadas visibles desde la calle, mantienen el vínculo entre una red de pequeñas casas y edificios (más cercanos al centro de la ciudad) de hasta cinco pisos. Por lo tanto las variaciones de lleno y vacío recuerdan el universo de una casa y jardín, a la vez que conecta las diferentes escalas urbanas del sitio, desde individuo hasta vivienda colectiva.
La conformación de esta construcción es parte de la transformación de esta red urbana. Como tal, en oposición a la austeridad actual de la calle, la fachada de madera invita cordialmente a llegar a casa, el efecto tejido del material evoca un espacio interior sólo para los habitantes. Esta es una afirmación tanto de la urbanidad y la contemporaneidad del proyecto, mientras que también sugiere un espacio protegido para los habitantes, alejándose de la calle.
Transición: 16 unidades de vivienda, 4 edificios, 1 entrada, 3 escaleras
El aumento gradual por nivel se expresa por una zona semi-privada y común de libre circulación, que sigue la ruta entre la calle y el hogar. Sólo cuando se haya atravesado la puerta (la única entrada del edificio) este brillante camino al aire libre (que no es un pasaje, ni un pasillo) repentinamente se abre a varias rutas posibles y a la misma cantidad de destinos.
De hecho, esto no es un edificio de dieciséis unidades de vivienda, sino más bien de dieciséis unidades acogidas en cuatro grupos pequeños, cada uno diferente, y cada uno con su propia identidad y comodidades. A diferencia de un edificio regimentado y dominante, estas unidades se ven menos como un bloque de pisos y más como un proyecto que está entre vivienda social y alojamiento privado. Los amplios pasillos y las zonas comunes invitan movimiento, lo que refuerza la idea íntima de llegar a casa. También es significativo que todos los pasajes tengan luz natural, haciendo hincapié además en el aspecto de la percepción en la ruta entre la calle y el apartamento.
Interioridad
En el centro del bloque de edificios hay un ejemplo de cómo se maneja el espacio. El plan revela un perfil urbano de diversidad sorprendente, que va desde cinco pisos a planta baja, desde la calle hasta la parte posterior de la trama, y a la inversa. Las unidades están organizadas en torno a un jardín con un diseño uniforme, mientras que un toldo situado cerca de la viña de la parcela contigua se abre hacia un gran horizonte de paisaje. Los habitantes, con el bullicio de la ciudad a sus espaldas, tienen una vista cercana de un jardín tranquilo y sereno y una visión mucho más amplia del paisaje del valle de Montmorency.
Aunque la densidad fue, por supuesto, impuesta por el programa, las líneas de composición del proyecto permitió la concepción de una gran variedad de unidades de vivienda: hay, por ejemplo, dos dúplex, algunos apartamentos con terrazas a nivel de jardín, etc. Aunque esto no era un requisito reglamentario, todas las unidades se puede acceder por personas con movilidad reducida, y los amplios pasillos proporcionan un fácil acceso a estas viviendas. Estas casas son todas de orientación sur-oeste con vistas al jardín y, para la mayoría de ellas, del amplio paisaje.
Esta interioridad específica ayuda al habitante a sentir que el lugar le pertenece. En efecto, si los pasajes invitan a "ir a alguna parte", este sentido de hogar ofrece la sensación de "estar en algún lugar". Este es posiblemente el mejor ejemplo de la intención del arquitecto.
Conexiones
El revestimiento de madera ilustra perfectamente la multiplicidad de los diversos elementos del proyecto y su singularidad global. En efecto, parece como un pliegue continuo, su horizontalidad que conduce a la horizontalidad del jardín y de la terraza antes de cubrir con elegancia la rampa de automóviles. Entonces se convierte en vertical en la fachada y, finalmente, se da la vuelta en el techo y vuelve a aparecer en la fachada de la calle.
Por lo tanto, esta característica se convierte en el elemento que constituye un espacio que refuerza la intimidad de la unidad y al mismo tiempo la abre al exterior. Su mismo recorrido desde el paisaje lejano, al jardín, al espacio público de la calle simboliza la atención tranquilizadora y conocimientos especializados que se aplican a todos los aspectos de este sitio y de este sutil proyecto.