- Área: 8170 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Aitor Ortiz
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las 58 viviendas de protección oficial promovidas por Sukia se sitúan en el límite del corte de una ladera en el municipio de Leioa de mucha visibilidad en el entorno. El Plan General define un zócalo que ocupará la planta de garajes y que aparece como un podio sobre el que sitúan cuatro bloques que, también impuesto por el ayuntamiento, deben de resolverse con los mismos materiales de fachada. Dos de estos bloques conforman la promoción que nos ocupa.
Acordado con Neinor, responsable de la promoción de los otros dos bloques que completan el conjunto, se opta por una imagen definida por el ladrillo blanco para los paños de antepecho y el aluminio oscuro, casi negro para los de las ventanas. El aspecto de los bloques se completa con el juego de vuelos alternos con formas curvas. Esta estrategia da a estos dos bloques una imagen de una cierta ligereza y optimismo alejada de la típica imagen masiva que habitualmente ofrecen las promociones de vivienda, especialmente las viviendas de protección oficial. Asimismo los balcones permitirán a los usuarios disfrutar de las increíbles vistas que le permite su privilegiada situación.
Esta misma estrategia formal nos ayuda a definir tanto el límite de la promoción como el acceso a los edificios que se aleja del característico portal donde una puerta define la precisa frontera entre dentro y fuera. Como es habitual en nuestros proyectos, para definir el encuentro entre el edificio y su espacio urbano inmediatamente próximo, miramos tanto a la arquitectura del caserío y su espacio de zaguán como a la arquitectura moderna. Los paños de ladrillo curvos, las luces continuas, la vegetación nos acompañan hacia el interior en la búsqueda de una relación fluida entre interior exterior sin límites precisos.
La arquitectura tradicional se recupera en el interior con la puesta en valor del espacio común de la escalera, reducido al mínimo en la gran mayoría de las promociones de viviendas en la actualidad.
Sin duda este espacio es la aportación diferencial del proyecto a los vecinos, así como la oportunidad para que, más allá de su piso como expresión de su individualidad, este patio les permita encontrar en el edificio un espacio de comunidad valorado por todos, que recupere el valor de lo común, tan escaso en la actualidad. A pesar de la gran escala del patio, los materiales, acabados e iluminación están tratados como un interior. Es la gran sala de estar de todos, iluminado con luz natural que aportan siete lucernarios en cubierta.
Los bloques son de baja más cuatro plantas, cada una de ellas con seis viviendas, cuatro de ellas de tres dormitorios y dos de dos dormitorios. Los salones de las viviendas de tres dormitorios se sitúan en las esquinas duplicando las posibilidades de vistas y la de dos dormitorios se sitúa en la fachada con mejores vistas de la promoción. Los acabados son los habituales de vivienda protegida: tabiques de cartón yeso, pavimento y puertas de laminado de madera de roble, con algunos detalles como los rodapiés y jambas pintados en blanco que ayudan a una percepción de amplitud y luminosidad.
La estructura es de hormigón armado a base de pilares y losas, el cierre de ladrillo curvo se resuelve con dos piezas especiales que junto con la pieza estándar conforman paños continuos sobre un entramado de acero en caliente que hace de subestructura. Las instalaciones de calefacción se resuelven con calderas individuales pero con precalentamiento gracias a una instalación de placas solares.
En definitiva, un edificio de servicio a las necesidades sociales pero también un edificio comprometido con los valores sociales que puede ofrecer la arquitectura.