Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diseño del edificio Ámbar nace de una condición especial de un terreno urbano con un solo frente donde sus proporciones y en especial su frente extremadamente angosto hacen un reto tanto la solución arquitectónica como la estructural.
El edificio es una torre de 12 pisos con 5 niveles de estacionamientos subterráneos. Las exigencias municipales tanto como las técnicas requieren que, dado el tamaño del terreno, el desarrollo de los estacionamientos dicte la solución estructural para el resto del edificio.
El edificio desde nivel de calle, son plantas libres de oficinas con diferentes opciones de modulación y tan solo dos ejes estructurales en cada una.
La torre como continuación de la trama urbana construida, trata de ser un volumen limpio y sencillo sin mayor pretensión en comparación a los edificios adyacentes, pero con una idea importante de remate inferior de escala urbana e integración a la ciudad.
Esto se logra mediante una plaza abierta y un espacio de ingreso acristalado de doble altura que es proyectado al interior mediante la conexión con la plaza.
Estos primeros dos pisos están recesados con respecto al resto de la torre que se vuela aproximadamente 3.5 metros hacia la calle, creando así, una cubierta sobre la plaza de ingreso y a la vez extendiendo el espacio del lobby al exterior.
El volumen principal de la torre se abre con un gran frente de vidrio hacia la calle principal mientras se ciega lateralmente con ventanas mas controladas hacia los edificios colindantes.
El edificio está construido en estructura de acero y se aprovechó para expresar los elementos estructurales tanto en el interior como el exterior del edificio mediante vigas y columnas vistas.
La paleta de materiales es también bastante limitada pero coherente a la idea de simplicidad y pureza donde el vidrio y el acero son los materiales predominantes, y la madera es utilizada en varios detalles como un material cálido y de contraste.