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Arquitectos: Iotti + Pavarani Architetti
- Área: 1500 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Saverio Cantoni
El lugar de encuentro
El diseño es un completo replanteamiento de los edificios adjuntos la Iglesia Regina Pacis. Esto implica la adaptación de la rectoría de la parroquia existente, el re-ordenamiento de las áreas externas y la construcción de un nuevo centro comunitario. La obra esta destinada a albergar una sala de usos múltiples, salas para la enseñanza de catecismo y servicios para las actividades de la parroquia en general.
El diseño del nuevo centro parroquial busca utilizar el lenguaje de la arquitectura para transmitir lo que representa este nuevo proyecto para la comunidad local de Regina Pacis: una construcción que está dando la bienvenida desde el exterior, alentando la integración y prestando una invitación a reunir mentes.
Un trabajo injertando lo nuevo sobre lo viejo.
El nuevo centro se ha concebido como una obra que sustituye y crece dentro del entorno existente. Se eleva desde los cimientos del antiguo cine 'Capitol' sin invadir terrenos no edificados con anterioridad, adoptando esa aproximación a la manera en que se inserta en su medio tanto con su diseño, forma y materiales con los que se construirá, generando resonancias en su contexto local. Esto es, de hecho, en marcado contraste con la estructura anterior, que se encontraba solo y autónomo, totalmente insensible a sus alrededores.
El espacio vacío al centro.
El objetivo principal del Centro es el establecimiento de un patio para separar el ábside de la iglesia y el nuevo edificio, un espacio abierto que filtra, creando una separación que otorga la merecida importancia al ábside, tratándolo con respeto. También proporciona un acceso directo al punto de reunión y funciona como un área recreativa y un espacio exterior para relajarse de las actividades que se celebran en el sala multi-propósito. Tiene la forma de una especie de plaza, abierta a la calle, pero protegida, para ser simultáneamente definida y abrazada por la nueva extensión.
El espacio vacío es así incorporado por el nuevo complejo como un lugar adecuado para actividades de la comunidad y por lo tanto un punto focal de la arquitectura, también diseñada para uso público.
Un edificio en movimiento entre la materialidad de masa y aire.
El nuevo edificio es sin lugar a dudas una iniciativa de la cultura contemporánea, diseñado para establecer un diálogo cercano entre la iglesia y la casa parroquial, proyectando una visión unitaria de todo el complejo.
Es una construcción que se eleva a la temática religiosa, manteniendo el decoro natural al entorno pero también es importante que contenga características domésticas, una sensación de bienvenida, un ambiente familiar. El carácter de esta nueva estructura es un intento de encontrar un punto de equilibrio entre estos dos polos.
El diseño final es de un edificio de imponentes paredes, casi severo en su efecto, basado en geometrías esenciales pero sensibles, tales como las que se observan en su conexión con la rectoría, el techo ascendente y las curvas que agracian a los brazos que acogen el patio central y que a la vez generan una pequeño pórtico. La elección de los materiales (la estructura principal en ladrillos huecos delgados de tono claro con grueso mortero del mismo color ocre-tierra) retoma los tonos cromáticos de la iglesia, aunque la textura general es más uniforme y vibrante.
La gravedad del complejo es mitigado por la interacción de los materiales y las inserciones, mientras que los extensos tramos de paredes de cristal proporcionan un símbolo de la apertura del nuevo centro parroquial y entregan un sentido de bienvenida al exterior, además generan interiores muy luminosos.
Espacios abiertos para la comunidad.
El nuevo edificio es de dos niveles con un cuerpo adyacente inferior que media y conecta con la rectoría de la parroquia. El hall de entrada se eleva a dos alturas distintas, uniendo espacios en diferentes niveles, asegurando una integración funcional perfecta entre el nuevo edificio y las áreas que ya están en uso, creando un espacio dinámico y en movimiento diagonal, disponible para ser re-inventado y utilizado con imaginación, sobre todo por todos los niños que animan la vida parroquial.
La sala de usos múltiples tiene capacidad suficiente para recibir hasta 150 personas y está equipada para albergar eventos, cenas o espectáculos teatrales. El primer piso contiene los ocho grandes salas, dispuestas en dos niveles, para reuniones y clases de catecismo.
Una idea diferente de sustentabilidad.
El nuevo centro se construirá en reemplazo de un edificio existente. El diseño está casado con la idea de una ciudad que se regenera internamente, renovándose sin ocupar suelo nuevo no urbanizable. Con respecto a la reducción del consumo y el ahorro energético, el edificio tendrá una cáscara externa muy bien aislada. Las extensas paredes de cristal se proyectarán con un sistema de protección contra el sol y cortinas exteriores que se recogen. El nuevo centro estará conectado con el sistema de calefacción del distrito local y utiliza calefacción por piso radiante para todos los ambientes interiores.
La idea de "sustentabilidad" sin embargo se lleva al siguiente nivel. En paralelo a entregarle la mayor atención posible a la cuestión de la sostenibilidad ambiental del complejo, el diseño también busca afirmar la responsabilidad estética y social de la arquitectura con el contexto en el que se va a construir, el respeto por el lugar y sus características, estableciendo un uso capaz de involucrar a toda la comunidad y anticipar su evolución.