- Área: 9700 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Mathieu Ducros
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Proveedores: Ductal®
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Agde, una antigua ciudad fundada por los griegos, es ahora reconocida como un masivo destino turístico de veraneo en la costa mediterránea. Su amplia gama de opciones de alojamiento significa que se ha convertido en uno de los centros turísticos más importantes de Europa. Este nuevo hotel y residencias de veraneo se extenderá hacia el sur al extremo de la línea costera de Agde, en una zona aún poco desarrollada y en que los distritos individuales de vivienda predominan.
La arquitectura junto al mar a menudo se ha distinguido por su fresca inspiración y capacidad de innovar sin parecer hacerlo. Desde la década de 1950, el estilo contemporáneo se ha expresado en una luz, de manera no convencional desde la costa de la Riviera Francesa hasta Venice Beach y Miami. Pero con la globalización y la intensificación del turismo, el desarrollo costero se ha deteriorado significativamente.
A diferencia de las tantas y últimas instalaciones recreativas, ya sea de lujo o estrictamente funcionales, nuestro proyecto se centra en la calidad de la experiencia del turista y su objetivo es crear un sentido de lugar. El proyecto por tanto busca mantener la visión abierta del Mediterráneo y rompe con la banalidad de poca profundidad que caracteriza el reciente crecimiento turístico en masa.
Grandes muros calados en hormigón blanco coherentemente marcan los distintos desarrollos. Funcionan como filtros, creando distancia entre las áreas compartidas - jardines y terrazas de la piscina - y las zonas más íntimas. El sistema de deoble fachada crea un espacio intermedio, un espacio extra que no es parte del interior como no lo es de las zonas exteriores del edificio. Los balcones se proyectan en este espacio ambiguo y dan una sensación de estar al mismo tiempo dentro y fuera.
Los grandes enrejados blancos aportan profundidad a la fachada y capturan la luz y sombra por medio de un continuo efecto cinético. Crean un fondo vibrante para el alegre ballet de siluetas veraneantes, y se iluminan por la noche para crear un ambiente suave y sutil.
Hemos querido desarrollar un entorno tranquilo en este proyecto, en contrapunto a la intensidad del turismo de masas. La animación no viene de los propios edificios, sino de la manera en que se dejan penetrar por la vida de la orilla del mar, y su capacidad para reaccionar y responder a la luz mediterránea. Se trata de una arquitectura del clima y la atmósfera.