Las principales ciudades del mundo han asumido durante los últimos años la tarea de elaborar planes a largo plazo que les permitan mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Para esto, han optado por impulsar medidas que apuntan a tener más áreas verdes, infraestructura para la movilidad sustentable y redistribuir el espacio vial para destinarlo a los peatones y ciclistas.
Entre estas ciudades está París, la que debido a sus problemas de contaminación atmosférica ha creado varias iniciativas que desde diferentes ámbitos pretenden enfrentarlo. Dentro de éstas, destacan el proyecto para convertir a la ciudad en la nueva capital mundial del ciclismo, habilitar espacios públicos en torno al río Sena e incrementar la superficie de las Zonas 30 y Zonas de Encuentro.
No obstante, cuenta con un plan exclusivo para hacer que la ciudad sea un lugar más verde, llamado Programa de Áreas Verdes.
¿Cuáles son las medidas? Conócelas después del salto.
Las medidas más importantes que incluye este programa, que es ejecutado por la Dirección de Áreas Verdes y Medio Ambiente del municipio, se reducen en seis objetivos principales que se pretende que estén implementados para 2020.
El primero de éstos consiste en reducir el efecto de las islas de calor, es decir, el aumento de la temperatura ambiental ocasionado por la liberación de calor desde las estructuras de hormigón durante la noche. Esta es una situación que se da principalmente en las ciudades y que se puede aminorar a través del aumento de las áreas verdes, ya que ayudan a regular la temperatura.
En el caso de París, el monitoreo de esta problemática permitió concluir que solo durante las olas de calor ocurridas en 2003, la temperatura subió 8ºC, tanto en el centro de la ciudad como en los suburbios, lo que durante el verano afecta el desarrollo natural de actividades cotidianas, principalmente los ciclos de sueño de los habitantes.
El segundo objetivo es que todas las nuevas construcciones que se hagan en la ciudad destinen espacios para plantar vegetación, tal como el plan de Copenhague, y el tercero que se creen 100 hectáreas de fachadas y techos verdes, de las cuales un tercio se destinen para huertos urbanos.
Respecto a esta meta, la capital francesa ha protagonizado avances, ya que en 2012 invirtió alrededor 158 mil euros, alrededor de $122 millones que permitieron aumentar los techos verdes de 5,705 metros cuadrados a 6,430 metros cuadrados en los edificios públicos.
El cuarto objetivo es contar con 30 nuevas hectáreas de espacios públicos verdes, como plazas y parques, junto con la plantación de 20 mil árboles y habilitar 200 áreas para plantar frutas y verduras en la superficie, siendo éstas dos medidas los últimos objetivos del programa.
Acerca de la creación de áreas para plantar, la ciudad ya ha progresado porque solo durante el año pasado se destinaron 100 espacios para desarrollar la agricultura urbana.
Si bien las medidas de este programa apuntan a crear áreas verdes, su creación y desarrollo no recae únicamente en los organismos públicos, sino que también incentiva que los actores privados asuman esta responsabilidad. Por este motivo, las medidas, que buscan que en 2020 la ciudad sea un cuarto más verde que en la actualidad, toma diversas formas para su materialización.
En este sentido, las nuevas áreas verdes y aumento de la vegetación en ciertos sectores puede ser en avenidas y calles arboladas, bosques, jardines comunitarios, parques públicos, el aumento de la vegetación en el Petite Ceinture, una línea férrea abandonada hace más de 80 años que tiene el potencial de convertirse en un lugar parecido al High Line de Nueva York, pero a nivel del suelo, e incluso en los techos de los paraderos de buses.
Para más información del programa puedes descargar el siguiente pdf.