El equipo conformado por las oficinas Arquitectura en Estudio y Nieto Arquitectos se ha adjudicado el primer lugar en el concurso del plan maestro del Colegio Santa Francisca Romana (CSFR) en Bogotá, con el objetivo de "renovar completamente sus instalaciones, con el fin de generar una infraestructura y reflejar una imagen acorde con los valores y principios del colegio para el Siglo XXI".
Según los ganadores, el proyecto genera "espacios verdes y sostenibles respetuosos del medio ambiente, flexibles y propicios para la innovación y la creatividad, en donde la experiencia educativa ofrezca posibilidades diversas y lúdicas que potencien el disfrute del proceso aprendizaje. Con este fin se planteó una estrategia dividida en fases que otorga al colegio la posibilidad de desarrollar el proyecto en tiempos flexibles y ajustarse a sus necesidades cambiantes".
Descripción de los arquitectos: La propuesta genera un campus, verde, diverso y flexible, donde los patios y la vegetación son protagonistas, con espacios de escalas y caracteres variados y heterogéneos que enriquecen la experiencia educativa, y con edificios adaptables que se ajustan a distintos usos y necesidades.
La espina dorsal del nuevo colegio es la explanada central, que inicia desde la entrada peatonal y remata visualmente en el Edificio de Artes, Ciencias e Innovación. Es un espacio amplio y verde, flanqueado por vegetación y edificiaciones de carácter contemporáneo, que funciona como corazón de la actividad del colegio mientras consolida su nueva imagen hacia el exterior: un espacio ideal para eventos multitudinarios, como izadas de bandera o proyecciones de películas al aire libre.
En el edificio de Artes, Ciencias e Innovación, tres volúmenes blancos envueltos con una fachada de vidrio y metal flotan sobre un basamento semitransparente que contiene la biblioteca, otorgándole una imagen abstracta y contemporánea al edificio. En su antesala la explanada se hunde, descubriendo las áreas de danzas y teatro y generando un escenario al aire libre.
Dando frente a la calle y restaurando parte de la estructura existente se ubicaron las áreas más públicas del colegio, las que pueden prestar servicios a la comunidad: el dispensario, las áreas administrativas, la asociación de padres de familia... Igualmente se ubicó en este costado el nuevo auditorio, el cual puede dividirse en tres espacios independientes y prestar su servicio tanto hacia el exterior como hacia el interior del colegio. La capilla, que sigue los mismos lineamientos, se puede unir con el auditorio para acoger eventos de una escala mayor.
La entrada del colegio y el acceso de los buses se reubicó en el costado occidental, eliminando la reja hacia la calle y generando un frente urbano más activo. Junto a este acceso se ubicaron la cancha de fúbol y el coliseo, el cual fue pensado para albergar distintos tipos y escalas de eventos deportivos y culturales, desde el uso diario de entrenamiento hasta partidos intercolegiales, presentaciones y bazares. Su estructura en concreto levanta el volumen opaco de la tierra y genera un basamento liviano y transparente el cual se puede abrir e integra el espacio con el de la cancha de fútbol para albergar eventos de gran afluencia. Este basamento transparente, complementado con los tragaluces de la cubierta, genera un ambiente singular para la práctica deportiva.
La cafetería central termina de consolidar el área deportiva del campus, dando frente también a la explanada central. Es un volumen limpio y transparente que permite la relación visual entre las dos áreas. Su cubierta inclinada y verde se aprovecha para generar un espacio de gradería natural que mira hacia la cancha de fútbol.
La zona de aulas tiene una distribución clásica en forma de peine, girando en torno a un sistema de patios de diferentes escalas y caracteres, llenos de color y vegetación, espacios de extensión de las áreas de aprendizaje que generan la posibilidad de hacer clases en el exterior y ofrecer una experiencia educativa dinámica y lúdica. Las aulas en sí mismas son espacios flexibles, que se pueden separar o unir, entre ellas o con el exterior, dependiendo de la necesidad. Su orientación norte sur es ideal para la iluminación de los espacios y el control solar, y su forma delgada y longitudinal permite potenciar la ventilación cruzada para mantener los espacios sanos y saludables.
Las áreas de preescolar se encuentran resguardadas junto al convento, con un patio enterrado y una cafetería propias que generan un mundo privado para las niñas más pequeñas. El convento goza de su propio jardín / huerta y de la tranquilidad de estar en la zona más resguardada del campus. El acceso se realiza a través del sótano, donde también se resuelven los vestuarios del coliseo, cocinas y espacios de servicio del resto del colegio
Arquitectos
Arquitectura en Estudio, Nieto ArquitectosUbicación
Bogotá, Bogota, ColombiaEquipo de diseño
Camilo Garavito, Camilo Mejia Carlos Núñez Jheny Nieto Daniel Díaz Bárcenas Diana Herrera Duque Santiago Bonnet Sebastián Castaño RíosPremio
Primer LugarRenders
Arquitectura en Estudio + MONOMOCliente
Colegio Santa Francisca RomanaÁrea
17700.0 m2Año Proyecto
2016Fotografías
Cortesía de Equipo Primer Lugar