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Arquitectos: Ensamble Studio; Ensamble Studio
- Año: 2012
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Fotografías:Roland Halbe
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Antiguo Matadero de Madrid se está transformando en un Centro de Creación Contemporánea de referencia para Madrid, convocando concursos de arquitectura que permitan recuperar sus 148.300 m2 para destinarlos a procesos creativos, formación artística participativa y diálogo entre las artes.
El proyecto de la Casa del Lector es el resultado de un concurso restringido, celebrado en 2006, en el que Ensamble Studio obtuvo el primer premio. El objeto del concurso era un proyecto de reforma de las naves 13, 14, 17b y 17c del Antiguo Matadero.
La propuesta realizada por Ensamble Studio mantiene y potencia el carácter original del conjunto, industrial y fabril, mediante la imposición de un nuevo orden en las naves existentes. La confluencia y relación del nuevo sistema y el preexistente conforma un nuevo espacio.
Se establecen dos niveles, físicos, perceptivos y de actividad, que configuran un escenario cambiante. El plano superior, construido con vigas prefabricadas de hormigón pretensado de 52 T de peso es un espacio de investigación y trabajo. Frente a la estructura basilical de las naves, longitudinal, ligera y metálica, los puentes de hormigón se insertan atravesando los huecos existentes y cosen el espacio transversalmente, dotando de unidad al conjunto de las naves 13 y 14, hasta entonces edificios independientes. El plano inferior participa, sin someterse, del ritmo pautado por el nivel superior. Dinámico y mutable, acogerá las actividades de formación y difusión cultural, permitiendo su futura redescripción.
La nave 17 c acoge el área de oficinas, mientras que en la nave 17 b se ubica el Auditorio. La cubierta a dos aguas del Auditorio se reconstruye, manteniendo el perfil original de la nave 17b. El interior, sin embargo, se envuelve, reviste y baña de luz a través de un arco generado por lamas de aluminio.
La paleta material recoge la tradición industrial del conjunto del Antiguo Matadero de Madrid. Granitos, acero, hormigón prefabricado, visten el espacio.
El conjunto arquitectónico protegido requirió una operación de cirujía de máxima precisión para conservar su aspecto exterior y su estructura interna, al mismo tiempo que incorporar el nuevo uso. La intervención plantea así desde el inicio la consolidación de la estructura preexistente, en estado precario de estabilidad, y la inserción de una nueva estructura que permite la transformación del espacio para la nueva actividad respetando en todo momento los elementos estructurales originales. La delicada estructura metálica interior y el muro perimetral de fábrica que definían el contenedor original, hoy lo siguen definiendo, y se complementan con la estructura añadida de hormigón prefabricado que claramente se diferencia de lo que anteriormente estaba allí, conservando la memoria del lugar e iniciando una nueva historia en el mismo.