- Área: 60000 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Philippe Ruault
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El edificio Laënnec tiene una capacidad de 404 camas, incluyendo 120 para cuidados intensivos y cuidados intermedios en todas las disciplinas pediátricas. Las principales funciones médicas se agrupan por niveles completos y comparten el mismo equipo y los mismos médicos. A pesar de las dificultades del contexto, se ubicó una plataforma compacta de emergencias, en la planta baja elevada, para las urgencias pediátricas (que alcanzan las 70.000 emergencias por año), al lado del departamento de imágenes, contigua a la recepción de los pacientes politraumatizados, que está junto a la sala de recuperación, y a los 14 quirófanos en el bloque principal de la cirugía pediátrica. La plataforma médica y técnica incluye imágenes pediátricas, quirófanos, salas de seguimiento post cirugías y el laboratorio de cateterismo, haciendo un total de 20 salas de procedimientos. Los recursos son compartidos entre las diferentes disciplinas, con un foco permanente en la eficiencia y la optimización de los mismos. Combinación de cuidados intermedios y cuidados intensivos: En la primera planta, las camas de cuidados intermedios quirúrgicos se agrupan junto a las camas de cuidados intensivos, que forman una unidad homogénea de 67 camas con enlace directo vertical a los quirófanos y las camas de medicina de cuidados intermedios adyacentes a las emergencias .
Terreno limitado: El terreno previsto para la construcción del nuevo edificio Laënnec, se encontraba en el sitio del hospital Necker de niños. El paisaje del hospital Necker de niños es sorprendente por su diversidad: las escalas, la naturaleza, los colores y materiales de los edificios, colocados uno junto al otro sin ningún intento de lograr la unidad o de integrarse en el entorno arquitectónico y urbano existente. Los diversos tipos de relación con las construcciones vecinas fueron ignorados El hospital fue desarrollado y ampliado sin ninguna lógica a largo plazo, sin ningún plan global desde la fusión de los dos hospitales, Necker y Enfants Malades, en 1926.
Oportunidad Metropolitana: Mientras que el paisaje urbanizado en las afueras de las ciudades cambia a gran velocidad, los grandes centros urbanos como París, parecen haber agotado o abandonado su potencial de innovación y renovación. El deseo de instalar arquitectura en una realidad metropolitana considerada como un medio viviente que ofrece cambios ilimitados, choca con el miedo de imaginar la ciudad contemporánea sin nostalgia. Para invertir esta tendencia, todas las oportunidades de renovación y transformación urbana deben ser captadas y exploradas, especialmente las relativas a los principales sitios institucionales en los centros de las ciudades, para conservar y desarrollar sus actividades, sin dejar de construir la ciudad en la ciudad.
Reestructuración del sitio: El hospital Necker estaba contenido dentro de un enclave completamente cerrado en sí mismo. En este caso, la operación urbana consistió en el desencadenamiento de una gran y necesaria agitación, para remediar la falta de relación y abrir el hospital a la ciudad más ampliamente, mientras que se realizaba una metamorfosis radical en el sitio para permitir una remodelación profunda. Después de demostrar que las restricciones de proximidad vitales requeridas por el proyecto médico serían útiles para dirigir y apoyar la elección de una posición más urbana para el nuevo edificio en el cruce Duroc, los estudios se centraron en la explotación de las potencialidades ofrecidas por la demolición de todo el edificio, que atestaban el centro de la parcela. Liberar un vasto espacio exterior en el centro de la isla, era posible al localizar el nuevo proyecto en el cruce, generando tres secciones paralelas, dos naves construidas a cada lado de un gran jardín central. Este nuevo y radical esquema urbano, mejora la visión global integrando deliberadamente la arquitectura conservada de los edificios antiguos, destacando la importancia prestada a los espacios exteriores, y le otorga al jardín central, un papel clave en la renovación del sitio. Localizando del proyecto en la esquina de la rue de Sèvres y boulevard Montparnasse, se le ofrece una nueva legibilidad máxima del hospital sobre el distrito.
El trato jerarquizado de los distintos volúmenes, redefine la imagen del hospital en la rue de Sèvres. La apertura al exterior logra un fuerte impacto en el cruce, dando una imagen inmediata y evidente del hospital desde el espacio público. El proyecto también está altamente estructurado en el largo plazo, abierto a un desarrollo futuro que no se basa, como ha sido el caso hasta ahora, en la disponibilidad gradual de las oportunidades del terreno. Esto demuestra la capacidad de una visión arquitectónica pragmática y reactiva para regenerar un gran sitio urbano institucional condenado progresivamente en descomposición, en el corazón de París. También es un proyecto negociado y equilibrado en la medida de la demolición de algunos edificios inadecuados y destartalados, que fue más que compensada por la rehabilitación del patrimonio histórico más interesante dentro del nuevo plan maestro del sitio. Por último, este proyecto permite ahorrar espacio en el terreno, ofreciendo, en el corazón del sitio y del distrito, un parque de casi una hectárea de terreno natural, después de haber construido el doble de la superficie que fue demolida originalmente.