- Área: 520 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Adrià Goula
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de diseño comienza su recorrido desde varios puntos de partida:
Por un lado local, singular y arriesgado tanto en su forma como en su ubicación, nos exige una respuesta contundente. Encontramos un espacio con una fachada pequeña y estrecha en una active calle del Eixample Barcelonés: un espacio que se amplía, se relaja y se llena de luz a medida que se atraviesa la característica manzana del Eixample hasta llegar al patio de manzana, donde el local se abre a una amplia terraza.
Por otro lado los tres clientes y los valores que aspiran a transmitir con su Segundo restaurant, Disfrutar, con el que dan el salto a la ciudad de Barcelona desde su Compartir en cadaqués, después de años de trabajo como jefes de cocina del restaurant El Bulli, junto con Ferran Adrià. Sin duda, un cliente también singular y arriesgado, que nos habla desde el primer encuentro de la importancia de la calidad, la naturalidad y la humildad en su cocina. Su propuesta pretende transmitir algo de la esencia del Mediterráneo, desde el respeto a la historia y herencia de sus pueblos y a una naturaleza privilegiada y de gran belleza, hasta la admiración por sus artesanos, artistas y arquitectos que han transformado esa esencia en piezas de gran belleza. Una actitud vital que nos invita a experimentar con los cinco sentidos y a disfrutar del placer de la buena vida y el buen comer.
Distribución y espacios
Intentamos intervenir en el local con la misma contundencia especial con la que este se nos presenta a través de algunas decisiones clave. Por un lado diferenciamos claramente dos espacios o dos ambientes, uno más urbano y activo hacia la ciudad, donde se sitúan la barra y la bodega y otro más natural y pausado hacia el patio de manzana y la terraza, donde se sitúa el comedor principal y la terraza. Y en el centro del espacio y como nexo de unión encontramos la cocina, el corazón del restaurant, un espacio que el cliente atraviesa abriéndose a su mirada curiosa.
Materiales y ambiente
La cerámica nos acompaña durante todo el recorrido, acercándonos a los valores que nuestro cliente pretende transmitir: naturalidad, humildad y respeto a la historia y herencia del Mediterráneo. Pero en cada uno de los espacios se transforma en un nuevo material que nos ayuda a dotar cada zona de singularidad.
La zona de acceso busca referencias más urbanas, como las estructuras metálicas del mercado del Ninot situado al otro lado de la calle y utiliza la cerámica de una manera colorista, casi artística, con planos de azulejos monocromáticos que nos envuelven como si de un gran mural “mironiano” de-construido se tratara.
La cocina es el horno, real y metafórico, el espacio donde se cuecen todas las historias de la casa. La cerámica en su formato más humilde y bruto, piezas de ladrillos recién horneados en su color tierra original construye un límite permeable a la vista del cliente, y muestran el interior de este horno, dorado y caliente.