En los años sesenta, cuando los revestimientos coloreados se hacían populares, la empresa Osmo comenzó a buscar un acabado que se adapte especialmente a las necesidades de la madera. Este es un material delicado, que al utilizarse sin tratamiento queda totalmente expuesto a la humedad, la radiación UV, hongos y otros parásitos.
¿Cómo proteger la madera sin que pierda sus propiedades materiales y sus cualidades estéticas? Nuprotec, proveedor de Osmo en Chile, nos entrega algunas soluciones.
Al diseñar y construir pisos, paredes, vigas o revestimientos de madera natural, aparecen una serie de peligros que amenazan la resistencia de la madera a largo plazo. Entre ellos encontramos la luz solar y la radiación ultravioleta, razón por la que la madera se desgasta y se vuelve gris y frágil con el tiempo.
Por su parte, la humedad (y la humedad estancada) provoca la descomposición de la madera, dejando marcas antiestéticas y generando la aparición de hongos y otros microorganismos, que forman manchas oscuras y son capaces de destruir y debilitar su estructura celular.
Gracias a los acabados basados en ceras y aceites vegetales naturales que penetran profundamente en la madera, ésta puede mantener sus propiedades microporosas. Los aceites tapan los poros de las madera y la protegen la de humedad estancada -que de otro modo la dañaría-, sin embargo, el aceite no forma una película impermeable. La madera sigue siendo de poro abierto y todavía puede absorber y liberar la humedad.
Por otra parte, el agente aglutinante mantiene los componentes de los acabados juntos y garantiza la adherencia con la superficie, uniendo los aceites con las fibras de madera.
Acabados naturales v/s Barnices y aceites tradicionales
El acabado natural Osmo no forma una película superficial (por sobre la madera), sino que se incorpora a sus poros, protegiéndola por dentro y por fuera. Esto permite que la madera trabaje naturalmente, absorbiendo y liberando la humedad y entregando una alta resistencia a manchas o líquidos. Además, pueden ser fácilmente re-aplicados, sin necesidad de lijar la superficie.
Los barnices tradicionales forman una débil película que protege la madera sólo desde fuera, reteniendo la humedad en el interior. Este película se desprende y exfolia fácilmente, y para repararla es necesario pulir toda la superficie, es decir, no es posible una renovación parcial.
Los aceites convencionales, en cambio, protegen la madera por dentro pero no por fuera. No forman una película superficial protectora y tienen una escasa resistencia a los líquidos. Por este motivo, su mantención se hace muy costosa a largo plazo.
Ejemplos de aplicación
Este producto ha sido aplicado en una serie de edificios que trabajan la madera en todas sus posibilidades; revestimientos interiores, pisos, techumbres e incluso en celosías de diferentes colores. Revísalas con mayor detalle haciendo click sobre cada fotografía.
Video: Aplicación en Pisos