Descripción enviada por el equipo del proyecto. Si algo contundente nos transmitieron los clientes fueron sus deseos de mirar al mar.
La casa se encuentra ubicada en una pequeña aldea próxima a la costa de Lugo elevada y orientada hacia el abierto paisaje al mar.
Llegar a Vilapol supone dejar atrás la pequeña población de Xove para atravesar después un denso bosque de eucaliptos hasta aparecer en la tranquila y solitaria aldea, elevada sobre el frondoso paisaje Lucense con el mar en su horizonte. La sensación es la de estar solos ante todo aquello.
La casa se sitúa en una elevada parcela triangular al borde de la única calle sobre la que se apoyan el resto de las casas. Esta geometría acaba configurando su dinámica planta y posterior volumetría que refuerzan la voluntad de la casa de orientarnos al paisaje.
Su ubicación en la parcela deja un espacio trasero que se utiliza básicamente como aparcamiento y un espacio delantero frente al gran porche al que vuelca la casa. El lateral más protegido de la calle es por donde se produce el acceso a la casa.
Con el tiempo los árboles plantados en la esquina noreste de la parcela acabarán por proteger el espacio de los ocasionales viandantes que pudieran transitar.
Tratándose de una casa de vacaciones, la abierta organización interior propuesta facilita la comunicación entre estancias, situando las principales junto al frente abierto al mar. En torno a ese espacio a cubierto de la lluvia es donde se producirá la relajada vida diaria en vacaciones. A él vuelcan las estancias y a través de su escalera exterior y la correspondiente interior, se comunican ambas plantas permitiendo un fácil y divertido recorrido circular entre ambas.
Los dormitorios situados en la planta superior disfrutan de unas privilegiadas vistas sobre el verde entorno hasta llegar al mar.
Suelos de pizarra natural local con distintos tratamientos y orientaciones sintetizan la propuesta y ayudan a verla como un sencillo contenedor de actividad vacacional.
Los baños y cocina se revisten con tradicionales azulejos de distintos colores. Las puertas de acceso a habitaciones se distinguen del resto mediante el color verde empleado.
La luminosidad y color de los interiores se introducen con la idea de animar la vida en un entorno que cuenta a menudo con los plomizos cielos del paisaje gallego.
El azul grisáceo exterior se asocia sin embargo con lo cielos citados buscando integrar la casa con su contexto.
En la escala y disposición de sus huecos se procura la integración con las construcciones vecinas, sin renunciar por ello a la fuerte voluntad de apertura al paisaje mostrada en su frente más expuesto.
Intentamos con este trabajo una alegre y distendida casa de vacaciones en entendimiento con el contexto y volcada al relajante y frondoso paisaje costero.