- Área: 104 m²
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Fotografías:Ken Gutmaker
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Prespectiva y Refugio: Un refugio en el jardín que flota sobre la vertiente occidental de las laderas altas de Queen Anne Hill, y se anida en la ladera. El refugio y el pabellón fueron imaginados como un paisaje escultórico que podría transformar las estaciones y rápidamente cambiar las demandas climáticas. Inspirados por las grandes perspectivas de Elliott Bay, Magnolia y las Montañas Olímpicas al poniente, el diseño delicadamente combina el pabellón con el existente recinto del cliente, protege las raíces de un gran olmo y respeta las vistas de los vecinos.
Selectivos elementos arquitectónicos hacen referencia a previos trabajos que hemos diseñado y realizado para clientes con propiedades adyacentes. Expresivos muros de hormigón y cercas de acero oxidado se extienden desde un nuevo garaje con paneles fotovoltáicos, definiendo así las fronteras del sitio. Estas estructuras marcan la transición entre el callejón público y el santuario privado interior. Los muros de hormigón atraen a los ocupantes hacia el espacio, dirigiendo su vista por el jardín hacia el pabellón al borde occidental del sitio.
Al aproximarse, los techos parabólicos del pabellón tienen grandes aleros que proporcionan una sensación de umbral y de compresión en su extremo oriental, y dramáticamente se abre hacia el poniente para una amplia vista, los beneficios del sol y la conexión al recinto sur. Una vez adentro se observa el ala superior, estructurada en vigas y correas Douglas Fir, apoyada en columnas hacia el sur y un muro de concreto al norte. Las vistas, la planta poligonal y el muro curvado de acero oxidado al sur, generan la sensación de un interior más grande de lo que su exterior parece ser.
Un armonioso refugio para los clientes, el pabellón se abre hacia el paisaje con una textura compuesta de rocallas, flores y plantas nativas destinadas a emular el paisaje que uno experiencia en las Montañas Olímpicas. Paneles dinámicos de vidrio y madera, en tres lados, desaparecen por completo en los meses de verano al empotrarse en los muros o al deslizarse en voladizo fuera de la vista, o hacia abajo en el muro curvado de acero oxidado.
De un espacio cerrado y cálido, se transforma a un espacio que se integra al paisaje - ¡el interior fluye hacia afuera! Durante los inviernos lluviosos del noroeste, los vidrios de alto rendimiento y puertas de paneles de madera, junto con una chimenea de gas de alta eficiencia proporcionan un espacio seco dentro de los jardines, extendiendo el uso del espacio durante la temporada baja.