Entre 1945 y 1981 alrededor de 170 millones de unidades residenciales prefabricadas se construyeron en todo el mundo. Ahora, como parte de un estudio realizado por Pedro Alonso y Hugo Palmarola de la Pontificia Universidad Católica de Chile entre 2012 y 2014, se presenta una exposición en el Museo de Arte de Tel Aviv, que cuenta con 28 grandes sistemas de paneles de hormigón de entre 1931 y 1981. Al hacerlo , explora una circulación transnacional de estos objetos constructivos, "ellos se entretejen en un collage histórico, de ambiciones y entusiasmo de corta duración, para los sueños utópicos".
Esta muestra, curada por Meira Yagid-Haimovici, es un intento de revelar "cómo la arquitectura y el urbanismo se cargaron con narraciones históricas, sociales y políticas, y cómo la visión Moderna incentivó la fusión de la estética y la política". Los modelos, que están siendo exhibidos como parte de la exposición "Production Routes", buscan resaltar la riqueza plasmada en la arquitectura "genérica" a través de la lente de los métodos de construcción prefabricados.
Según Yagid-Haimovici, "las peregrinaciones de estos paneles de hormigón sirven como una prueba indicativa inefable de cómo las ideologías y los mecanismos de poder se expanden a través de continentes y océanos". Durante la década de 1980, mientras las ideologías y bloques políticos dominantes comenzaban a perder su poder, su impacto global fue sustituido por el de los poderes del mercado y las corporaciones internacionales que operan de acuerdo con los modelos financieros. Empresarios inmobiliarios privados, respaldados por los bancos de inversión, llegaron a promover proyectos de gran envergadura centrados en el desarrollo de viviendas, oficinas y ciudades estandarizadas, lo que generó un acelerado proceso de homogeneización global. Como resultado, la arquitectura contemporánea aparece más uniforme que durante la época Moderna. Esta exposición se pregunta si existe o no "¿una perspectiva optimista desde la que se pueda examinar estos desarrollos estandarizados? y si ¿tienen oportunidad las fuerzas de oposición que trabajan contra los poderes hegemónicos?"
Este "andamiaje" histórico está representado en la exposición por el estudio tipológico que amplía los límites del término "edificio prefabricado" y ejemplifica su particularidad por medio de modelos producidos utilizando impresoras 3D. El estudio se yuxtapone con tres puntos de vista complementarios: la mirada aparentemente desinteresada de la artista Amie Siegel, que presenta una muestra de las empresas de arquitectura prefabricada de Nueva York, en las que se produce la arquitectura prefabricada, genérica de hoy en día. En el film, los sitios destinados a los medios de producción y de exportación, se usan para preservar las jerarquías que dan forma a la utilización de recursos y el funcionamiento de los mercados y los regímenes políticos, reflejando la estructura de una fábrica o línea de montaje industrial. Stephan Trüby presenta una entrevista con Friedrich Mielke, quien desarrolló el campo esotérico de scalalogy, o la "ciencia de la escalera." Este curioso documento histórico explora la historia social de las escaleras y las relaciones entre las personas y las mismas. Teri Wehn Damisch y Jean-Louis Cohen presentan un fascinante documento de archivo, la dialéctica sobre las esperanzas ligadas a la modernidad arquitectónica en Francia, las ilusiones a las que dio origen, y su posterior ruptura.
Esta exposición no pretende iluminar el pasado desde el punto de vista del presente presente o vice versa. Por el contrario, constituye un modesto intento de acercar fenómenos aparentemente distantes, para que podamos atender sus resonancias compartidas.
Production Routes en el Museo de Arte de Tel Aviv, estará en exposición hasta el 2 de mayo de 2015.