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Fotografías:Federico Cairoli
un terreno fino y largo,
un tercio de la plaza,
en los dos tercios restantes,
coexisten una cancha pública
y otra "privada",
ambas deportivas,
dos resortes
y una estructura de hamaca,
sin hamaca,
son la única infraestructura para niños,
varios neumáticos pintados
hacen de barrera para que no ingresen las motos,
soportan todo juego posible,
el agua recorre los perímetros de la plaza
casi todo el año,
industrias cerámicas de la zona
proveen de escombros cerámicos a la población
que se transforman en una gran vereda,
en el tercio que nos toca,
se encuentran varios árboles nativos,
que esperan el abrazo
de 1500 neumáticos
en una estructura de 80 metros,
que se curva
para auto-soportarse,
colgar los juegos,
y conformar espacio público,
bajo su sombra,
un terreno fino y largo
y un montón de ideas,
que niños y jóvenes
gritaron,
en dibujos y maquetas
y se plasmaron en un proyecto
la plaza de nuestros sueños.
El sueño de tener una plaza diseñada por los niños en la comunidad de Remansito, Villa Hayes, se hizo realidad el 23 de abril. El espacio público para el disfrute de la vida al aire libre, el juego de los niños y niñas y el encuentro entre vecinos ya es un hecho. La iniciativa fue llevada adelante por el Centro de Desarrollo Comunitario Remansito con el apoyo de Global Infancia y el Fondo Cristiano Canadiense para la Niñez (CCFC).
“La plaza de nuestros sueños” es un proyecto comunitario que intervino un terreno cedido por la Municipalidad de Villa Hayes en la Plaza Amistad de Remansito. El proceso de construcción fue totalmente participativo y la comunidad estuvo involucrada en el diseño, la preparación del espacio, la fabricación de los juegos y otros elementos de la plaza con la utilización de materiales reciclados. También se involucraron activamente en la socialización del proyecto con autoridades y otros miembros de la comunidad.
Para el diseño se organizaron una serie de talleres de los cuales participaron adultos, niños, niñas y adolescentes. A todos ellos se les pidió que reflexionaran sobre el derecho al juego, la importancia del espacio público y pensaran cómo sería la plaza ideal. Después, tenían que plasmar su versión mediante dibujos, el modelado de arcilla, pintura con acuarelas u otras expresiones artísticas. Lo producido en estos talleres fue tomado por el arquitecto Lukas Fúster y sintetizado en el proyecto final. Hoy, todos pueden ver parte de su plaza soñada hecha realidad.
La construcción de la plaza y los elementos que la componen también fue un trabajo participativo. Los vecinos se organizaron en grupos y, ayudados por el arquitecto, aprendieron técnicas para transformar diferentes elementos reciclados, principalmente cubiertas, en hamacas, sillas, mesas, etc. Además de contribuir al proyecto, estas técnicas de trabajo les servirán, inclusive, como salida laboral. De estos grupos de construcción participaron madres y padres de la comunidad como también niños y niñas de entre 11 a 16 años.
Remansito cuenta con un nuevo espacio que es modelo de gestión comunitaria. La plaza tiene un mirador, diferentes tipos de hamacas para todas las edades, red para trepar, calesita, mesitas para la ronda de tereré y muchos juegos más. Todos los elementos fueron realizados con materiales reciclados donados por empresas de la zona. Esta comunidad de Villa Hayes nos muestra que la voluntad y el trabajo en conjunto vencen a las necesidades. Gracias a la dedicación de los vecinos, hoy la plaza es una realidad.