- Área: 445 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Gabriel Jáuregui
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nombre de esta casa está derivado del hecho de haber sido inspirada en el esquema de la superficie topológica definida por la “botella de Klein”, cuya característica principal es la creación de una interioridad que garantiza la continuidad interior-exterior.
A través de una sucesión de croquis derivados de la lectura de la estructura del lugar y luego confrontados con el diagrama de Klein, se define un esquema que contiene un principio de coherencia tanto estético cuanto funcional.
Se trata de la configuración de un delicado organismo, sensible a las condiciones del entorno y en función de él definido, atravesado por flujos: luz, viento, árboles, vistas, sonidos, imágenes, informaciones, el movimiento, el tiempo.
Este espacio para dos artistas y sus hijos, destinado a habitación y a ensayos, se apoya delicadamente en el terreno buscando una mínima “herida” en la corteza natural. Se extiende en una plataforma dispuesta en función de las visuales sobre el entorno, de los árboles existentes en el terreno, de las condiciones topográficas y de la voluntad expresiva.
La casa está diseñada para un sitio de fuerte implicación natural en la ladera del “Morro dois Irmãos”, una piedra emblemática de Rio de Janeiro junto con el Cristo y el Pan de Azúcar; terreno con fuerte pendiente, densa vegetación y vistas para la puesta del sol, las lagunas de la Barra de Tijuca y el mar. Es un espacio que conjuga residencia, actividades sociales y condiciones para ensayo de piezas teatrales.
La piel fina de vidrio del cuerpo principal, con distintos grados de transparencia-translucidez protegida bajo los árboles, crea una envolvente protectora donde modulaciones espaciales definen distintas posibilidades de usos. Situaciones diferenciadas de continuidad interior-exterior “nuancean” una promenade arquitectural que parte desde el terreno natural yendo hasta la terraza-mirador.
Partido Adaptado
El Proyecto tuvo como referencia principal su adaptación a la topografía, la conservación de todos los árboles existentes y el disfrute de las magníficas visuales. Por estos tres motivos principales la distribución de los usos adquiere una forma libre y casi orgánica en el terreno, evitando cortes y rellenos. La conexión entre las habitaciones es hecha mediante escaleras, rampas y decks suspendidos que incorporan el paisaje. Los materiales de los muros y las jardineras son las propias piedras encontradas en el terreno.
La casa se concibe como una “caja fotográfica” semejante a esas antiguas cámaras fotográficas que los fotógrafos utilizaban en las plazas de las ciudades.