- Año: 2014
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Fotografías:Javier Callejas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado a una considerable altitud (1200m.s.n.m), Las Navas del Marqués se caracteriza por inviernos fríos y veranos suaves, que determinan una baja temperatura media anual (10ºC).
Aprovechando la suerte de tener las vistas al valle de San Miguel coincidentes con la mejor orientación (sur oeste), la casa se abre sin contemplaciones hacia la vista y se cierra lo más posible al norte, evitando las pérdidas de energía.
El solar, de tan solo 800m2 y con una fuerte pendiente del 33%, está rodeado de 3 vecinos cercanos, circunstancia que resalta aun más la mono orientación del proyecto e invita a proponer un esquema compacto, ocupando el centro de la parcela con la intención de aprovechar al máximo los espacios exteriores.
Los propietarios, un matrimonio con dos hijas, encargaron un refugio de fin de semana de proporciones manejables pero que pudiera también albergar cómodamente las dinámicas convencionales de una familia completa.
Planteamos entonces dos programas apilados: el refugio de los padres en la planta alta y un apartamento independiente en planta baja para las hijas. Al asignar a cada núcleo un espacio exterior diferenciado y un acceso independiente, la capacidad del solar se duplica al mismo tiempo que se organizan el conjunto de los espacios de la parcela.
Las dos células habitacionales, que se integrarán definitivamente en el terreno con los años cuando sus revestimientos se oscurezcan y las plantas cuelguen de sus terrazas, poseen accesos independientes desde el exterior pero se comunican a través de una escalera interior que los convierte en una sola residencia. Dos mundos independientes que se benefician de dos exteriores diferentes. La casa se escalona en el terreno para refugiarse en el mismo, gozar en todos los espacios principales de las vistas y presentar poca fachada a la calle.
En verano la casa se protege del sol de la tarde mediante celosías practicables en las principales aberturas que se complementa con un sistema de puertas corredizas que diluyen el límite entre interior y exterior permitiendo a su vez la ventilación cruzada. Entre las dos capas de cerramiento se crea un espacio de transición a la manera de un zaguán o loggia que permite en los días más templados del año ampliar el salón hacia la terraza y que invita al usuario a la manipulación lúdica de las dos capas consiguiendo múltiples configuraciones espaciales, una para cada momento.
El espíritu del lugar, dotado de la nueva presencia de la casa bi-nuclear, domestica el paisaje circundante y diluye la presencia de los vecinos en la búsqueda de crear un espacio de descanso y contemplación.