Es de público conocimiento que los ya seis años de la crisis económica en España -caracterizados por las exigencias de la troika europea, el estallido del 15M, el actual desfile de los casos de corrupción, la reciente sucesión monárquica, el desgaste político del bipartidismo, la masiva emigración profesional y la política de desahucios (desalojos) habitacionales- son en gran parte consecuencia de la crisis del ladrillo, el crecimiento económico de España a base de la especulación inmobiliaria y financiera, un espejismo de desarrollo.
El descalabro ha dejado -y sigue dejando- una huella urbana importante en las ciudades españolas y en ese contexto, el colectivo Basurama aprovechó el reciente festival Arquinset 2014 para comenzar, junto a diferentes grupos locales, a desarrollar una base pública de datos de cadáveres inmobiliarios en España, un verdadero obituario urbano de la especulación financiera.
Después del salto, conoce más sobre los primeros pasos de esta iniciativa colectiva, pública y abierta.
A través de 6.000km, la iniciativa capitaneada inicialmente por Basurama denomina oficialmente cadáveres inmobiliarios a aquellos edificios "a medio construir o abandonados, a los terrenos urbanizados o no construidos y a las viviendas vacías", buscando desarrollar una inédita base de datos, ya que hasta la fecha no hay registro de alguna instancia similar.
En esa línea, reconocen a aquellas iniciativas que ya han analizado las consecuencias del crecimiento económico de España sustentado en la construcción (y especulación) durante una década: desde el paper El tsunami urbanizador español y mundial (Ramón Fernández Durán, 2006) y la publicación impresa "Madrid ¿La suma de todos? Globalización, territorio, desigualdad" (Observatorio Metropolitano, 2007) hasta proyectos digitales de reciente data, ahora aglutinados bajo el paraguas de esta nueva instancia.
El proceso para crear una Base de datos pública de cadáveres inmobiliarios continúa. Súmate: https://t.co/2H4f1Bu6MD
— Basurama (@basurama) November 17, 2014 La nueva generación se ha destacado por su énfasis en lo digital y lo colaborativo, la única forma de dimensionar en tiempo real el alcance de las malas decisiones del pasado. Acá va mencionar a Casas tristes, la herramienta colaborativa de visualización y documentación de viviendas vacías en España e implementado por Derivart; Su última voluntad (2012), la exploración de Zoohaus sobre mecanismos ciudadanos para impulsar el uso temporal de los espacios vacíos en las ciudades; y Ni un metro más de Hormigón (2011), el mapeo de megaproyectos urbanísticos de grave impacto para el medioambiente en España, publicado por Ecologistas en Acción.
En el contexto del festival Arquinset 2014, "Hacia una base de datos pública de cadáveres inmmobiliarios" ya ha dado sus primeros pasos tras la reunión el 24 y 25 de octubre pasado en el Disseny Hub Barcelona, donde invitaron a participar del catastro tanto a arquitectos como a profesionales de otras disciplinas -medioambientalistas, periodistas y programadores-, contando con la presencia de colectivos españoles tales como Nacionrotonda, Neoruinas, Medit_Urban y la arquitecta alemana radicada en Barcelona, Julia Schulz-Dornburg.
Hoy en día, el proyecto ya ha definido sus futuros pasos. Tal como fue documentado, ya ha tomado forma la especificación del contenido: desde los campos de datos complementarios a la clasificación de la información (¿qué se va a mapear?) a las posibles herramientas digitales (modo Wiki, app, Open Street Map, mechanical turk) a utilizar para su desarrollo, además de la necesidad tanto de captar y visualizar información como estimular la participación de la gente, a través de la proposición de lugares/puntos físicos en España que el equipo pueda investigar.
La iniciativa deliberadamente abierta, colaborativa y en tiempo real, es actualmente liderada por Basurama, quienes actúan de coordinadores del proceso. En conversación vía email con el colectivo español, Pablo Rey señala que "este proyecto nace con la intención de aunar todas las propuestas anteriores que ha habido sobre este tema. Es un proyecto colectivo en su ADN. Creemos que solamente puede funcionar si es un proyecto que se base en lo colectivo. Si es de todos, y no monopolizado por alguien o algún grupo, todo el mundo se siente llamado a contribuir, porque entiende que contribuye a algo que es de todos, al común".
Si estás interesado en colaborar en este proyecto, puedes sumarte a la lista de correos acá.
