- Año: 2014
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Fotografías:Adrià Goula
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto empezó hace un tiempo. Unos familiares cercanos me plantearon la idea de construir un lavabo-vestidor en el jardín. Que no obligara a ir desde la balsa que hace de piscina hasta la casa para cambiarse el bañador. Que además sirviera para lavarse las manos después de las "calçotades" que ya son tradición invernal. Iniciamos el proyecto concretando una ubicación.
Entre la casa y la balsa existe una nave que hace de almacén de trastos, recolectora de utensilios y despensa de almendras y avellanas. De ladrillo viejo. Con las ventanas tapiadas. Y una única gran puerta corredera . Metálica y pintada de azul ultramarino.
El vestidor se ubicaría dentro. Había espacio y se evitaba crear un nuevo espacio en el jardín. Respecto al cómo había tres ideas claras:
· Observar los paisajes cercanos.
· Aprovechar lo que ya tuviéramos y nos proporcionara el entorno.
· Recuperar paredes y objetos guardados.
Los paisajes cercanos que allí son granjas de pollos en los campos, portalones de metal, muros de piedras, avellanas. Granjas de ladrillo, vallas improvisadas, balsas de agua, naranjos, olivos y casas autoconstruidas.
Se aprovecharían dos paredes de la nave y se reabrirían dos ventanas tapiadas; una a los cactus que harían de celosía y la otra a los frutales y al bambú recién plantado. Se evitarían duplicidades así que ni techo ni suelo. Y la forma un cubo. El cubo.
Fuera, en la entrada, se utilizarían las paredes para construir estanterías que dieran más cabida al material del almacén.
Dentro, se ubicaría una pica, una ducha, colgadores, un banco y el aseo.
El material, lo conseguimos así:
Las rocas para realizar el muro y el banco las fuimos a buscar. Al campo, que hay muchas.
La piedra que hace de pica, la cabeza de la ducha, el banco, los colgadores, las luces, la estantería, objetos que fui recolectando. De la casa de una abuela que ya no está. Gracias. Las ventanas y la puerta las haría Felip Ares . Sube y baja al pueblo de Taradell y su capacidad para interpretar y ejecutar. Gracias.
El aseo lo compramos. En Otranto que Rosma es una buena amiga. Nuestra compra formal. La electricidad y la fontanería las realizó en Tombas, d'Alcover, que murmuraba al ver tanto material un “ya veremos”. Y los planos en el ordenador, de Lina y Sebastián que si son arquitectos y me dijeron "desagüe Clara!".
Luego está Michail Giurgiu. Que va aparte. Fue el constructor, supervisor, ayudante, asesor, el que puso cada piedra y cada ladrillo. Una maravilla. Y además levanta bien la ceja cuando algo no le gusta. Mil gracias. Fuimos haciendo despacio y un día dijimos acabado. Y entonces llegaron las fotografías. Adrià Goula. Ilusión. Preciosas que punyetes como siempre. Gràcies.