México es un país con muchos elementos reconocibles, recolectados a lo largo de nuestra historia que con el tiempo han ido generando una identidad muy reconocible en el extranjero y que ahora, en épocas de globalización, cualquier intento de enfatizarlos se hace notorio.
La ciudad de México, dentro de su constante transformación esconde muchos sitios contemporáneos que rememoran esas raíces, entre ellos encontramos el fenómeno Cielito Querido Café, que genera un fenómeno de arquitectura, al enfatizar, transformar y criticar la manera genérica de tomar una taza de café, haciendo un intento de por medio del diseño de transformar esos ecosistemas extranjeros en sitios “más locales”.
Existen varias sucursales de Cielito Querido diseñadas por el estudio ESRAWE y Cadena + Asociados, todas ellas abundantes en elementos llamativos, que abarcan desde una amplia gama de colores, frases típicas y grafismo humorístico en todos los rincones del lugar, todo ésto, conjugado con ingredientes de cocina típica y envuelto en una imagen muy “latinoamericana”.
Es una remembranza a la ilustración de finales del siglo XIX y principios del XX. El oficio de los rotulistas latinoamericanos en conjunto con la gráfica de los productos de las antiguas tiendas de ultramarinos y tiendas de raya, generan un lenguaje gráfico propio de una cultura rica en su historia pero siempre dispuesta a reinventarse y a reconquistar al mercado de manera poética, nostálgica, alegre, dinámica y altamente diferenciada.
Su nombre proviene de la música popular mexicana, inspirado en la canción “Cielito Lindo” escrita en 1882 por el compositor mexicano Quirino Mendoza y Cortéz, forma un juego de palabras con otra: “México Lindo y Querido”, ésta yuxtaposición de ideas hace referencia al espíritu lúdico del lenguaje latinoamericano.
Uno de los elementos característicos es el piso de pasta, colocado a veces también en muro, en distintos colores y formando distintas combinaciones, un material que ha pasado a formar parte del concepto, en el que se muta en una gran matriz de posibilidades, como algo traído de nuestro pasado colonial al mundo de diseño contemporáneo.
¿Será la talavera de Puebla otra candidata? El concepto se nutre de su pasado pero buscará continuamente presentarse de maneras distintas, frescas y atrayentes. ¿Hasta que punto es necesario para el mexicano el tener un sitio de identidad dentro de la anónima ciudad? Difícil saberlo, pero el local funciona bien tanto para nacionales como turistas, gente joven que lo prefiere a otras cadenas, por el ambiente dinámico y divertido generado, y por los productos locales también seguramente.
¿Este fenómeno de interiorismo en este caso podría ser llamado arquitectura? Arquitectura pudiese entenderse como la relación entre lo constructivo y la identidad con la que los usuarios adoptan la construcción. Les comparto las fotografías (sin el flujo de gente).