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Arquitectos: Estudio Borrachia
- Área: 60 m²
- Año: 2012
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en la Mesopotamia Argentina, al Noreste de la Provincia de Misiones y a una hora de las Cataratas de Iguazú, “La torre” es el primero de una serie de edificios autosuficientes diseñados por el estudio Borrachia como parte de un emprendimiento integral de eco-turismo llamado Karadya Bio-reserva en el corazón del corredor biológico que une los parques naturales provinciales Urugua-í y Foerster.
”La torre”, es la única de estas construcciones que, atravesando los distintos estratos de la selva, se eleva hasta la copa de los árboles de más de 20 metros de altura. De esta forma, posibilita la posición óptima para la observación de la fauna y flora particular de cada estrato.
El terreno, con una leve inclinación hacia el camino de acceso, hacia donde se vuelca la vista del dormitorio en el último piso, favorece la esbeltez del edificio y lo eleva alrededor de 15 metros sobre la cota de llegada. Por otra parte, las tres caras restantes, correspondientes una a la escalera y los accesos, otra al baño en la planta superior y otra que abre las vistas del estar-comedor con un balcón, miran a la selva cercana y sumen al edificio en la espesura de su cerrada vegetación.
Los dos ambientes que completan el programa son la "galería" o estar exterior en planta baja, y la azotea de deck o "mirador". Ambos poseen vistas hacia todas estas situaciones por igual y desde distintas perspectivas en relación con la altura. Estar en ambos lugares implica comprender la selva en todas sus dimensiones y relacionarse con las diferentes especies, de flora y fauna, que la habitan.
Por todo esto, la ubicación de la torre es ideal para el avistamiento de aves, y por sus características constructivas se presta a si misma como nido de las "familias" que podrán albergarse en los muros perforados y dispuestos especialmente para ellas. Estos “nidos” pueden ser abiertos desde dentro de la cabaña y así observar sin ser descubiertos, a través de un vidrio, la forma de vida y el hábitat de las especies que suelen anidar en ellos. Cada orificio de nido posee un tamaño concreto que revela las distintas posibilidades de anidar de los pájaros según sus dimensiones.
La obra está concebida íntegramente en madera, desde su estructura de soporte hasta el sistema de revestimientos. Cuenta con tecnología autóctona y tradicional, basada en el sistema de tabla y tapa-juntas, y activada por diferentes mecanismos pasivos de acondicionamiento interno, recolección y calentamiento de agua por geotermia, ventilaciones cruzadas y cubierta con cámara de aire. La cabaña torre, al igual que todas las demás construcciones pensadas para la bio-reserva, explotan, en el sentido no invasivo, los condicionantes del sitio, los materiales y la mano de obra local, produciendo una simbiosis total con el medio socio-ambiental de su emplazamiento.
Esta relación establecida con la selva, entendiendo sus diferentes estratos, y el comprender la arquitectura como un catalizador en estado activo y de interacción con las diferentes especies de flora y fauna que pueblan el lugar, tiene como objetivo fundamental el promover una manera de pensar y hacer arquitectura en consonancia con las necesidades de un mundo que reclama cambios en nuestra forma de relacionarnos con el ámbito natural.