- Área: 3773 m²
- Año: 2008
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Fotografías:Duccio Malagamba
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El resultado formal de este primer edificio depende en gran medida de su relación con el conjunto de la propuesta, por lo que su justificación irá ligada a la culminación de ambas construcciones. En un futuro, una será deudora de la otra: el Palacio formará un recinto propio, entendible desde la primera mirada, del que se desprenderá el Centro Cultural que a su vez se divide en múltiples volúmenes, cada uno para una actividad, cada uno para cada persona. La magnífica parcela donde se ubica, junto al mar, al final de la bahía y abierta a un bosque autóctono de pinos, responde en su parte rectangular al futuro auditorio, donde se mantiene una continuidad con el trazado urbano pese a reivindicar un jardín propio; la parte ahora construida se adhiere al edificio principal y se introduce en el bosque de pinos con la libertad de querer formar parte del lugar, prolongando hacia el exterior las actividades de los congresos.
Tiene por lo tanto esta primera fase una estrecha relación con el entorno: su volumetría fragmentada se abre al bosque manifestando sus diferentes usos, se disuelve entre la sombra de los árboles, y se inserta en el terreno, entre muros de contención y la gruesa capa vegetal que lo cubre. Tres elementos emergen de su cubierta y expresan los espacios de ensayo y escena. Un gran volumen de planta cuadrada en torno a un patio alberga el resto del programa: las aulas, los espacios para seminarios y la futura cafetería-restaurante.
Todo el conjunto pretende recobrar el carácter simbólico de los lugares intermedios tan genuinos de la isla de Ibiza, construir con retales, aunque transformados desde la arquitectura popular a la actualidad. Un interior que es exterior para la sala de exposiciones; la mampostería que limita las lindes del paisaje convertida en un apilamiento para la fachada; la luz natural presente en todo el edificio, incluso como fondo escenográfico en algunos casos; y la creación de una topografía artificial que transforma el territorio e introduce un recorrido en el edificio, con una nueva línea de horizonte hacia el bosque y, aunque invisible, hacia el mar.
Sistemas constructivos
Muros. Hormigón armado blanco con árido gris de la isla con acabado visto en interiores y aislamiento de paneles de poliestileno extruido, todo ello revestido a una cara mediante piedra caliza mampuesta del lugar hacia el exterior.
Techos. Losas de hormigón con acabado visto, con vigas de canto de 1.80 m. realzadas en la parte superior salvando luces medias de 18 metros.
Revestimientos: zócalos acústicos de 2.20 de altura (dimensión variable en el salón de actos) y compuestos por un entramado de madera de pino y lana de roca absorbente teñida en negro humo, con acabado de listones de madera de roble de sección trapezoidal.