Descripción enviada por el equipo del proyecto. La población de Bamako, la capital de la República de Malí, ha aumentado rápidamente en los últimos años a más de un millón de habitantes, creando nueva demanda de vivienda y servicios públicos. En este contexto, era crucial la necesidad de una planificación urbana previsora. La respuesta del Gobierno fue definir los contornos del Parque Nacional de Malí, un espacio de 103 hectáreas dentro de una reserva forestal protegida más grande de 2.100 hectáreas, que forma un cinturón verde significativo en este país mayoritariamente árido. Bajo los términos de la asociación público-privada, el Gobierno pidió que AKTC se concentrara en 103 hectáreas del parque, un gran cañón, semi-circular de bosque protegido que se encuentra debajo de los afloramientos en terrazas de la meseta Koulouba, entre el Museo Nacional y el Complejo del Palacio Presidencial del Estado. Dados los atractivos naturales del Parque, su gran tamaño y su ubicación al lado del Museo Nacional, el Parque fue diseñado para ofrecer grandes espacios abiertos para actividades lúdicas y educativas para el público en general, grupos escolares y turistas. El encargo del proyecto era generar la unificación de los sitios del Museo Nacional y el Jardín Botánico y el zoológico existente en un solo parque ecológico/cultural de gran valor, con atractivos naturales y culturales. La fase 1 incluye la rehabilitación de 17 hectáreas de espacios abiertos y jardines y la construcción de varias instalaciones nuevas.
Todo el Parque cuenta con una red integral de circulación peatonal y paseos formales. Contiene gimnasio, vías de ciclismo y montañismo de diferentes dificultades y diversos senderos interpretativos de sensibilización para la botánica, las aves y la naturaleza. La red peatonal ofrece fácil acceso a las 103 hectáreas del parque y conecta las instalaciones existentes, tales como el Museo Nacional y el anfiteatro. Este último está dedicado a la educación y a las artes escénicas. La fase 1 también incluye la remodelación y la integración de ocho instalaciones existentes. El arquitecto Diébédo Francis Kéré, Premio Aga Khan de Arquitectura el año 2004, recibió el encargo de diseñar un portal primario y secundario, un edificio de entrada, un centro de la juventud y el deporte, un restaurante, baños públicos y varios quioscos. Los espacios de jardín cuentan con flora autóctona en entornos variados, desde zonas de césped abiertas a jardines de flores, áreas boscosas y un jardín medicinal. La instalación de una serie de carteles explicativos educativos y exhibiciones, y con nuevos guías capacitados, se espera que ofrezca nuevas experiencias educativas para los visitantes.
Para el 50º aniversario de la independencia de Malí, el Parque Nacional de Bamako fue re-abierto con nuevos edificios como un exclusivo restaurante, un centro deportivo y de varios edificios de acceso. El restaurante está situado en la cima de una formación rocosa y está enclavado en los diferentes niveles. El edificio se separa en cuatro cubos que representan a las diferentes funciones. La preocupación fue siempre integrar en el diseño la espectacular vista sobre el parque y el lago cercano. Siguiendo el ejemplo del restaurante, el centro deportivo cumple con el mismo lenguaje arquitectónico. Se compone de tres pabellones que están situados alrededor de un patio de recreo elipsoidal. Los edificios están situados de tal manera que ofrecen una sombra máxima a la zona de juegos y también a los espacios interiores de recreación. También aquí las relaciones entre los espacios interiores y exteriores desempeñaron un papel importante en el diseño.
Los edificios de acceso interpretan el estilo arquitectónico del restaurante y el centro deportivo. De esta manera, el conjunto de los diferentes complejos crea, a través del lenguaje de diseño común y elección de los materiales, una arquitectura única y reconocible para el parque.
Todos los edificios están cubiertos por el exterior con piedra natural local, reforzando la identidad local y el ahorro de costes de construcción. Las paredes exteriores de piedra proporcionan un aislamiento natural y la aclimatación de los espacios interiores. Los grandes techos colgantes entregan sombra a las fachadas y generan un clima interior agradable. Para los recintos más exclusivos, como el comedor en el restaurante, se prevé aire acondicionado. En estos casos, la brecha entre el enorme muro y el techo se cerró con una línea.
Texto de Kéré Architecture.
