Tal como les habíamos anunciado, ya fueron seleccionados los cinco proyectos para la segunda fase del diseño del nuevo Parque Museo Humano San Borja (Santiago, Chile), la futura remodelación arquitectónica y paisajística del actual Parque San Borja, un área verde de 2,4 hectáreas en la capital chilena, al que también se incorporarán más de 238 obras del destacado escultor nacional Mario Irarrázabal.
A continuación les presentamos la propuesta de ELEMENTAL, el estudio dirigido por Alejandro Aravena, y uno de los finalistas en la competición chilena.
Según los arquitectos:
¿MUSEO o PARQUE?
Si se suman los habitantes de la comuna de Santiago (350.000) a los más de 2 millones de personas que se mueven hacia ella cada día, tenemos que en la práctica, el municipio de Santiago tiene la “densidad funcional” más alta de Chile: sobre 1.000 habitantes por hectárea. Esta intensidad de uso del suelo urbano genera una altísima presión por espacios públicos de calidad y transforma cada metro cuadrado de área verde en un recurso valiosísimo.
Por otra parte, la comuna de Santiago debe satisfacer la demanda cultural prácticamente del país entero. Dado que muchos “edificios culturales” se ubican en espacios públicos y parques, cada metro cuadrado “cultural” existe a costa de metros cuadrados de área verde. Cuando el parque es grande como el Forestal o la Quinta Normal puede que esto no sea un problema, pero ¿cómo hacerlo en el caso del Parque San Borja y el Museo Humano en que cada metro cuadrado cuenta?
Nuestra propuesta consiste en que el Museo Humano en vez de disminuir el área útil del Parque San Borja, signifique un aumento de la superficie verde. Identificamos que en el limite norte y poniente del parque hay un talud que tiene la vegetación de menor estándar de todo el parque y que además, dada su pendiente, no tiene un uso claro. Proponemos un edificio que extiende el nivel noble del Parque hasta el límite predial mismo, construyendo una plataforma que sirva para exponer las esculturas de gran formato de Mario Irarrázabal. El desnivel existente en este frente del parque, permite que el edificio ensanche la superficie útil de parque en unos 1.000 m2, pero sin la necesidad de hacer edificio subterráneo; todo el frente poniente y norte se abre hacia la calle, reemplazando la reja existente, constituyéndose de hecho en la nueva fachada del parque.
¿SEGURIDAD o INCLUSIÓN?
Un espacio público, por definición, debiera ser abierto, inclusivo, democrático, de acceso sin restricciones. Pero no es menos cierto que gracias a que el Parque San Borja se puede cerrar, éste ha podido ser conservado y mantenido de buena manera. Paradójicamente, esta misma posibilidad de cerrarlo por razones de seguridad, dio origen a uno de los hechos más brutales que hayamos vivido en Chile: la tortura y asesinato de Daniel Zamudio.
Para dar respuestas a estas fuerzas aparentemente contradictorias proponemos redefinir la relación entre el parque y la ciudad de 7 maneras:
- Que el museo reemplace a la reja como fachada del parque hacia la ciudad. Dada la materialidad porosa de esta fachada, el museo funcionaria como una lámpara hacia la calle mejorando los estándares de iluminación del entorno.
- Al tener un edificio como límite del parque, se mantiene la posibilidad de controlar el acceso pero se elimina la condición odiosa y excluyente de la reja que envía un mensaje equívoco respecto de la naturaleza del espacio público.
- Los acceso al oriente del parque son a nivel pero hacia el poniente son por medio de escaleras; proponemos reconfigurar el frente poniente para contar con accesos universales desde todos los frentes.
- Ante la posibilidad de una nueva calle al sur proponemos un nuevo frente que permita la incorporación visual de la masa arbórea a la vida urbana.
- Nos parece relevante poner en valor la Remodelación San Borja revitalizando el sistema de circulaciones elevadas, sustituyendo su condición de lugares de término por la convertirse en vías de acceso al nivel superior del parque.
- La cubierta del museo no sólo amplía la superficie útil de parque sino elimina las zonas ciegas potencialmente inseguras.
- Finalmente, proponemos que el lugar que se ha transformado en punto de peregrinación popular por la muerte de Daniel Zamudio sea el acceso al museo. La condición humana que explora la obra de Mario Irarrázabal estaría precedida por la INCLUSIÓN como un valor fundamental.
El DISTRITO de la CULTURA
La concentración de instituciones culturales de la comuna, especialmente en su zona oriente (GAM, Museo Violeta Parra, Museo de Bellas Artes, MAC, Centro Extensión UC, MAVI) definen lo que se podría denominar el Distrito de la Cultura, una especie de Museo Abierto con ciudad entre los edificios que conforman el complejo. Desde el punto de vista urbano se podría pensar en adquirir un estatus similar al de la Isla de los Museos de Berlín, al Barrio de los Museos de Viena o el Parque de los Smithsonian en Washington. La pregunta que todos ellos han debido responder es ¿cómo poder dar un sentido de unidad si cada pieza es distinta a la otra? Más que aspirar a un homogeneidad material o estilística, la respuesta es que cada eslabón de la cadena aporta con una dimensión específica que el resto no tiene, tal que puedan funcionar como complementos.
En ese sentido, el Museo Humano podría contribuir al conjunto de instituciones que conforman el Distrito de la Cultura, aportando las tendencias más contemporáneas en espacios de exposición: ser una infraestructura más que una arquitectura de museo. La naturaleza cambiante de las exposiciones, la dimensión paisajística del contexto y el no competir con la dimensión figurativa de la obra de Mario Irarrázabal hacen pertinente que la arquitectura del museo sea lo más discreta posible y pueda replegarse a ser un fondo más que una figura. Por eso proponemos una infraestructura lineal, con espacios de exposición de crujía y altura interior constantes.
La elección de acero oxidado perforado, no sólo busca entrar en relación con su vecino más cercano, el GAM, sino también permitir reducir los costos de mantención; un material al que el tiempo le juega a favor y no en contra es una de las claves de la buena arquitectura cívica. Desde fuera el museo se presenta como una pieza solida, resistente al uso (e incluso abuso) urbano; desde dentro las laminas acero de perforaciones variables actúan como un velo totalmente abierto a la ciudad circundante.
EL MUSEO HUMANO
La propuesta para el Museo Humano comienza con la constitución de la Plaza Daniel Zamudio como un nuevo punto de acceso tanto al parque como al museo. En esta zona, el acero perforado permitiría la colocación espontánea de flores y recuerdos que de hecho la gente ha ido dejando en el lugar. Creemos que una tragedia como ésta debe poder ser transformada en un punto de inflexión de la condición humana y constituir la piedra fundacional del proyecto.
En torno a esta Plaza de fachadas vidriadas que reflejarían las especies arbóreas existentes, se ubicarían las partes más publicas del programa: Cafetería, Librería y tienda tal que ellos puedan funcionar con cierta independencia incluso si el museo esta cerrado.
Hacia el poniente de la Plaza Zamudio se desarrolla el Museo Humano propiamente tal: en primer lugar un control de acceso e informaciones al inicio de la crujía. Luego una zona con las esculturas de formato medio, seguida de la Sala Multiuso de exposiciones temporales para terminar con una segunda zona de esculturas de tamaño medio del escultor. Luego una sala especial abierta hacia el interior del parque con la obra "Suba no más" seguida de una galería angosta completamente transparente hacia el parque con las esculturas de formato pequeño, pero protegida hacia la calle. La totalidad del espacio de exposición contaría con un doble muro donde se ubicaría el programa de apoyo, desde la administración a los servicios, desde el archivo a la sala de los dibujos. Las esculturas de gran formato estarían en la cubierta del museo permitiendo su vista pública tanto desde dentro como fuera del parque, en una situación protegida frente al vandalismo pero que permita la influencia continua entre naturaleza y arte.
Concurso
Diseño de arquitectura de Parque Museo Humano San BorjaPremio
FinalistaArquitectos
Ubicación
Parque San BorjaÁrea
24000.0 m2Año Proyecto
2014Fotografías
Cortesia de ELEMENTAL