Siguiendo las recientes noticias sobre el desalojo de las 1.200 familias de la Torre de David -la toma residencial vertical más alta del mundo- Urban-Think Tank ha emitido un comunicado al respecto. El grupo estuvo dos años investigando este histórico espacio urbano para su Pabellón ganador del León de Oro en la Bienal de Venecia 2012 y ha hablado con residentes, esperando que las comunidad de la Arquitectura sume su voz al debate.
Lee la declaración completa, después del salto.
EL FUTURO DE LA TORRE DE DAVID
"En U-TT hemos estado siguiendo de cerca la cobertura de recientes noticias respecto a la remodelación de la Torre de David. Como se informó en la prensa tanto local como internacional, el gobierno venezolano llegó a un acuerdo con inversionistas chinos para devolver el complejo de edificios a sus propósitos originales: un centro comercial y una torre de oficinas. A sorprendente velocidad, el gobierno inició el proceso de desalojo de residentes dos días atrás y ha declarado su intención de relocalizar a las 1.200 familias a un nuevo proyecto de vivienda social en septiembre.
De 2011 a 2012, nuestro equipo de diseño e investigación estuvo fuertemente involucrado con la Torre de David. Lo vimos como un incomprendido e importante lugar dentro de la geografía física y social no sólo de Caracas o Venezuela, sino de Latinoamérica y quizás incluso en el planeta urbano en su totalidad.
Cuando se negocia con asentamientos informales, los flujos de dinero para grandes obras públicas y otros enfoques que involucren rápidos cambios a gran escala -tales como la destrucción de bolsones urbanos de miseria y la relocalización de poblaciones pobres- generalmente han fallado en el complejo entorno de la ciudad. El mercado comercial inmobiliario simplemente no suple suficientes viviendas. Hay muy pocas unidades de vivienda social, y la mayoría de éstas están mucho más allá del alcance de aquellas familias de bajos ingresos. Las asimetrías extremas de capital en el Sur Global ayudan poco; aunque las diversas formas de negligencia estructural no siempre han reducido el gran vigor empresarial. Rechazado por gobiernos y el sector privado formal, los habitantes de la ciudad, tal como los de la Torre de David, han ideado y empleado tácticas para improvisar refugios y viviendas".
En las ciudades latinoamericanas, la mayoría de los espacios urbanos están ya edificados o sobre edificados. Hay limitado espacio para nuevos edificios, y los edificios existentes están a veces parcialmente ocupados o ineficientemente utilizados. Creemos que la solución no radica en demoler edificios y construir nuevos, sino en realizar un uso estratégico, más eficiente y apropiado de lo que ya existe para satisfacer las siempre cambiantes necesidades. Esto puede ser a través de la reutilización y reciclaje, o entregando visibilidad a los habitantes ya involucrados en dichos procesos.
Después de meses de documentación, análisis, discusión con residentes, y propuestas de diseño en la Torre de David, publicamos nuestro trabajo a través de una serie de medios: exhibiciones, un libro, un cortometraje y lecturas. Nos esforzamos en enfocar mayor atención en la historia y situación de la Torre de David porque creemos que hay algo valioso en aprender de lo que los residentes crearon en siete años de ocupación extra-legal. Lo que encontramos no fue ni una cueva de criminalidad ni una romántica utopía. La Torre de David es un edificio que tiene la complejidad de una ciudad. Funde una estructura formal y una adaptación informal para entregar soluciones necesitadas urgentemente, y nos muestra cómo las iniciativas bottom-up tienen la habilidad de hacer frente a la escasez urbana reinante.
Ahora, dos meses después que el gobierno de Nicolás Maduro anunció su intención de trabajar con la comunidad de la Torre de David para mejorar las condiciones de vida, ha iniciado un proceso de transformación que comienza con un desalojo. Aguantamos nuestra respiración, como muchos de los residentes, hasta esperar ver los resultados precisos del proyecto del gobierno. Nuestras preocupaciones no surgen de un deseo de ver a la Torre de David tal cual es, sino porque los detalles que han surgido no sugieren necesariamente un resultado positivo para los afectados.
Lo que sabemos es que cerca de 100 familias que ya han sido desalojadas de la Torre de David, están siendo enviadas a viviendas construidas por el gobierno en una pequeña ciudad a 50 kilómetros desde Caracas. Esperamos que los mismos errores de erradicación realizados por diversos gobiernos alrededor del mundo en los últimos 60 años estén siendo atendidos. No sólo en lo que respecta a que los residentes reciban un trato humanitario y que estén provistos con oportunidades apropiadas para criar a sus familias en entornos seguros y protegidos, sino también para garantizar a las autoridades que impidan el desplazamiento de las redes sociales establecidas y oportunidades de trabajo en zonas cercanas. Los errores pasados han perpetuado y exacerbado constantemente la pobreza sistémica.
Por otra parte, esperamos que sean cual sean los planes de reformulación que el gobierno y los inversionistas formulan, se esfuercen en convertir a la Torre de David en un lugar para el cambio social -y no sólo económico- dentro de Caracas. Vimos el potencial de la estructura monumental, su localización geográfica y su reprogramación creativa, como una oportunidad para el desarrollo innovador e inclusivo. Ernesto Villegas, el Ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, anunció que las acciones del gobierno no están motivadas por el interés comercial, sino más bien por consideraciones humanitarias. Por el bien de Caracas, esperamos que éste sea el caso.