- Área: 430 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Luis Gordoa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El estudio cinco es un edificio de bajo presupuesto, para acoger a un taller para diferentes artistas y otros de de diversas disciplinas en la ciudad de Cuernavaca. Se compone de cinco espacios, cuya finalidad es integrarse con el contexto y el paisaje, para que cada uno pueda disfrutar del clima y las vistas de la región. La cafetería, de 90 metros cuadrados, la galería principal de 140 m2, de siete metros de altura para que los artistas trabajen en conjunto y que se puedan llevar a cabo exposiciones y conciertos, una zona de talleres individuales de 90 metros cuadrados, una explanada intermedia de 150 m2, para llevar a cabo exposiciones abiertas y sea el vínculo entre la cafetería y los talleres; y una terraza, tomando ventaja de la cubierta de la galería como un techo verde para trabajar las disciplinas al aire libre.
Hemos trabajado con los niveles de tierra para que cada uno de los espacios tuviera una vista directa hacia el norte, a la Sierra del Ajusco y el Tepozteco. Tratamos de utilizar sólo materiales reciclados de residuos industriales y las rocas de excavación adecuadas.
La galería principal conecta a todos los talleres en un segundo nivel, permitiendo a los artistas compartir su trabajo de manera directa. Tanto los talleres como la galería tienen ventanas direccionadas a la luz del norte, mientras que algunos de los puntos de vista son el control hacia el este, desde donde se puede ver el volcán Popocatépetl. La altura de cada espacio tiene su propio propósito, siendo el respeto del medio ambiente el más importante. Los materiales que hemos elegido, tienen extrema en relación con el lugar, por lo que es casi una extensión del terreno.
El café cuenta con un sistema de puertas de acero reciclado, que a partir de poleas y rieles, se abren y corren para dejar la cubierta totalmente libra. Carece de vidrio de modo que el aire fresco circula libremente de norte a sur y la vista principal hacia los volcanes del este se encuentra a unos dos metros sobre el nivel de la calle.
Hacia el norte, donde se disfruta de la Sierra del Tepozteco y el Ajusco, colocamos las fábricas para que la vista desde el café no fuese interrumpida. Se diseñó una estructura central para recibir las cargas de las armaduras de ambos lados que forman el espacio de la fábrica y la cubierta de la galería.
Los distintos espacios se colocan en sus niveles, como si fueran terrazas de cultivo, lo que le permite a todos estar relacionados en un mismo espacio. La fachada de esta cubierta cuenta con paneles de luz de fibra de vidrio reciclado, que en secuencia le entrega al edificio un aspecto del color de la tierra de la región y que consigue que no se vea como una estructura pesada en los alrededores.