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Arquitectos: Florentina Fontana Arq. + Asociados
- Área: 160 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Daniela Mac Adden

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Barrio de Chacarita en la Ciudad de Buenos Aires, de escala media baja, es donde se desarrolla la obra. El lote en mitad de cuadra, solo dos casas en el mismo, ningún edificio alto en la manzana, muchos jardines y aire, cielo y verde asegurados.

Se accede por un patio, originalmente techado y con un toldo, pero fueron una de las primeras tareas para desmontar. La casa se desarrolla en 3 niveles, producto de haber mantenido la escala y las losas de la original, en un lote que tiene casi 9.00 x 8.00 m.

Estructuralmente se tomaron pocas decisiones pero fundamentales para materializar las premisas espaciales que demandaba el proyecto: incorporar el exterior a cada nuevo ambiente, visualmente cada espacio sería hasta los límites del terreno, no hasta su cerramiento; dejar al descubierto la estructura original de las losas de bovedilla, incluso con las cicatrices de los antiguos muros portantes; plantear en el piso superior el programa social, generando un patio y una nueva terraza, esta vez verde extensiva, sobre la preexistente.


Una sola columna en perfil grey de 160 y 3 IPN de 160 fueron los únicos elementos que reemplazaron los pesados muros de 30 que soportaban la carga de las losas existentes. En los locales de menor altura, las losas se pintaron de blanco, y en los más altos se dejaron con ladrillo a la vista, pintando solamente los perfiles. Las paredes fueron reemplazadas por carpinterías de PVC y doble vidrio, todas de piso a techo, incorporando al interior de la casa, la superficie de las dos galerías originales.

En el dormitorio de planta baja y en el living, se plantearon grandes ventanales corredizos que desdibujan el límite interior-exterior y permiten el uso integrado. En el resto de la casa, se plantearon paños fijos y ventanas de abrir oscilo-batientes.


La vegetación propia y del entorno, le aporta color al blanco base elegido para la caja, como contenedor. Solamente un muro pintado de color oscuro, aporta profundidad al patio y acompaña un remate.


La implantación en el corazón de la manzana provee protección, posibilitando que la casa sea abierta y en constante contacto con el exterior. Incluso hasta en el sector de la ducha, donde se pensó una lucarna para recibir luz cenital y ver el cielo.
