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Arquitectos: Alvorada Arquitetos
- Área: 93 m²
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Fotografías:Pedro Kok
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Proveedores: BambuíBR, Deca, Eliane, Formica, Marimar Pedras e Granitos, Pasinato, Ritallio, Tramontina

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Entre concreto y vegetación, este apartamento con alma de casa en Vila Romana acerca la arquitectura a la naturaleza, acogiendo la luz, la sombra, el viento, la vegetación y el agua. Iporanga es una palabra de origen tupí que significa "río bonito".

La barrera entre el interior y el exterior se disuelve al integrar los espacios cubiertos con el jardín y la terraza, ubicada de manera única frente a la arbolada Plaza Diogo Amaral, una ubicación privilegiada en São Paulo.


El techo natural de palma de dendé, propuesto para la terraza cubierta sobre la mesa del comedor y la sala de estar, filtra la luz de manera delicada y entretejida, generando una atmósfera cálida y acogedora.

Como premisa de diseño, el volumen del baño y el tocador fue agrupado y destacado a través de un bloque de carpintería en tono verde bambú. El contraste con el nicho, el panel de madera de freijó y el hormigón visto aporta una identidad elegante, ligera y vibrante.

La cocina y el área de lavandería ocupan un volumen único y minimalista de madera de freijó con un nicho en piedra calacatta laminada, estableciendo un diálogo con el panel de madera del lado opuesto de la sala, que marca el límite de la zona íntima. La isla, ubicada en posición central, se integra al pilar de hormigón y al diseño de la mesa del comedor.

Para resaltar los materiales de la carpintería, los electrodomésticos fueron empotrados, incluida la nevera y las unidades de aire acondicionado.

La materialidad juega un papel clave en la definición de los espacios: el tocador está revestido en canto rodado blanco, el spa exterior en piedra hijau, la terraza en madera de cumarú y el spa interior en porcelanato de grano fino.

Más que una reforma, esta transformación resignifica la esencia del habitar: un refugio sensorial donde cada material cuenta una historia, cada detalle tiene un propósito y el tiempo fluye con un nuevo ritmo.
