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Arquitectos: 1110 Office for Architecture
- Área: 185 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Yohei Sasakura

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Villa Canina en la Isla Awaji: "Qué Cambia y Qué Permanece" – Ubicada en la parte norte de la Isla Awaji, este proyecto es una villa de alquiler frente al mar, diseñada para propietarios de perros. En los últimos años, la parte norte de Awaji ha experimentado un rápido proceso de urbanización, transformando drásticamente el paisaje con la adición de nuevos cafés y parques temáticos a lo largo de la costa. Ante un contexto tan incierto e indeterminado, hemos querido afrontar estos rápidos cambios con «ambigüedad y ambivalencia», en lugar de rechazarlos unilateralmente o aceptarlos acríticamente.


El sitio refleja la topografía única de la parte norte de la Isla Awaji, donde el mar y las montañas se conectan. Con un terreno llano limitado, viviendas densas y proximidad directa a carreteras y zonas residenciales, el entorno vial tiene un impacto directo en el emplazamiento. Por ello, optamos por diseñar un edificio con patio que actuara como amortiguador protector del ruidoso camino de enfrente y de los vecinos cercanos de alrededor. Por otro lado, creamos grandes aberturas en la fachada que da a la calle para captar este entorno siempre cambiante, así como el mar de frente. Estas aberturas atraen suavemente la realidad exterior, pero también operan en el interior para que todos los espacios internos estén visualmente conectados, creando perspectivas interesantes a lo largo de todo el límite.







En el patio, se crea una suave colina en respuesta a la diferencia de desnivel de las plantas, formando una línea de flujo circular a través del interior y el exterior, que une las dos terrazas. La terraza orientada al norte ofrece una vista luminosa y tranquila del patio y el paisaje lejano desde la sombra, mientras que la terraza orientada al sur ofrece una vista del cielo estrellado después de cenar o bañarse. Estas ubicaciones, aunque bloquean la vista de los alrededores debido a la diferencia de elevación del edificio, dejan pasar el viento y la luz, formando un «ma-awai» (un espacio poco profundo que se abre paso entre los edificios circundantes).

La composición general del proyecto es una serie de cabañas a diferentes escalas conectadas continuamente a las líneas de flujo de la circulación interna. En el interior, la altura del piso se eleva gradualmente para suprimir las amenazas del ladrido de los perros a los autos que pasan, y la sala de estar se coloca a una altura mayor que la de los vehículos. La diferencia gradual de niveles divide el espacio, creando un entorno en el que personas y perros pueden coexistir de forma natural sin estar separados por ningún muro. Además, bajo el suelo del salón hay un pequeño restaurante de comida para llevar, que crea un espacio público que vincula a la comunidad local con el edificio y activa el aparcamiento de enfrente.

La piel exterior del edificio está unificada con un tono marrón rojizo, que hace referencia a elementos contextuales como las tejas vidriadas vecinas, los tablones de cedro pintados, las fachadas de acero de los almacenes y los aparcamientos de bicicletas. Con este proyecto pretendíamos crear un lugar en el que uno pudiera relajarse en el aquí y el ahora, sin dejar de resonar con las ligeras fluctuaciones del tiempo y el entorno.
